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Mis Historias Urbanas
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Mis Historias Urbanas: Los 8-04
Si tienes alguna historia escribe a moncadab@granasa.com.ec o llama al 042201100, ext. 2099.
1 de julio, 2018
Hace un par de semanas recibí la encomienda de contar historias en el área de crónica roja. Hasta este punto de mi vida la labor periodística se había limitado a espectáculos, algo de periodismo digital, internacionales, comunidad y, por supuesto, esta columna en donde soy yo y a veces soy ustedes, con sus anécdotas.
Andar por acá es como ser una niña que aprende a caminar. Literal, la primera semana mis compañeros prácticamente me llevaban de la mano para mostrarme cómo se hace una cobertura de muerte.
Timorata, insegura, media gil. Así andaba. Y empezaban a saltar las dudas: ¿Cómo le pides una entrevista a alguien que acaba de perder un ser querido? El deudo no habla siempre. ¿Saben? A veces hasta recibe uno insultos en ciertas coberturas. Y en otras simplemente no hay palabras.
Desde afuera, la gente te ve mal. Nos dicen morbosos, amarillistas… hasta come muerto nos dicen. Pero no es así. Uno va por la historia, porque detrás de cada 8-04 existe toda una obra llena de personajes y momentos que humanizan el hecho. No es el muerto, es lo que deja.
Además, detrás de cada ser que abandona este mundo hay todo un contexto sociológico del que los periodistas son parte, junto con los policías, el personal de las funerarias y, entre otras autoridades, los fiscales.
Hay días en que te sientes como en casa. Detrás de todo aquello, lo otro, esa realidad cruda que te hace abrir los ojos y pensar con cabeza fría en que sigues siendo parte de un país en donde los crímenes por un celular o contra la mujer son el pan de cada día. Y a vos te tocó contarlos.
Timorata, insegura, media gil. Así andaba. Y empezaban a saltar las dudas: ¿Cómo le pides una entrevista a alguien que acaba de perder un ser querido? El deudo no habla siempre. ¿Saben? A veces hasta recibe uno insultos en ciertas coberturas. Y en otras simplemente no hay palabras.
Desde afuera, la gente te ve mal. Nos dicen morbosos, amarillistas… hasta come muerto nos dicen. Pero no es así. Uno va por la historia, porque detrás de cada 8-04 existe toda una obra llena de personajes y momentos que humanizan el hecho. No es el muerto, es lo que deja.
Además, detrás de cada ser que abandona este mundo hay todo un contexto sociológico del que los periodistas son parte, junto con los policías, el personal de las funerarias y, entre otras autoridades, los fiscales.
Hay días en que te sientes como en casa. Detrás de todo aquello, lo otro, esa realidad cruda que te hace abrir los ojos y pensar con cabeza fría en que sigues siendo parte de un país en donde los crímenes por un celular o contra la mujer son el pan de cada día. Y a vos te tocó contarlos.