Nadie es profeta en su tierra, un refrán que le cae como anillo al dedo al estilista argentino Miguel Ángel Cavallero, de 36 años, cuyo nombre es una marca que ha trascendido las fronteras.

Por las manos, tijeras y tintes de aquel joven que llegó a Ecuador, hace 15 años, con solo 20 dólares en el bolsillo y un cúmulo de sueños que logró hacer realidad, han pasado no solo la alta sociedad de Quito, sitio de su residencia, sino además artistas, modelos, presentadoras de televisión, gerentes de empresas, políticos y reinas de belleza.

Su trabajo y trayectoria, que inició en Misiones, la pequeña localidad donde nació y que luego desarrolló en Ecuador a través de viajes al exterior donde tomó talleres, le permitieron llegar a eventos importantes como el New York Fashion Week y por tercera ocasión como miembro del staff de estilistas del certamen Miss Universo. Su viaje a Israel, país donde se realizará el evento de belleza, está previsto para el 25 de este mes.

“Me voy a vivir esa experiencia hermosa de ser parte del equipo de estilistas y maquilladores de Miss Universo, tercer año en esto. Estaré en Jerusalén, en diciembre, una fecha tan hermosa para nosotros los cristianos”, indica con evidente emoción.

Cavallero fue el encargado de cortarle el pelo a la sudafricana Zozibini Tunzi, ganadora de la corona Miss Universo 2019.

Visionario

Aunque se define como un estilista que hace cambios de look, actualmente está inclinado a la parte empresarial en el área de la belleza. Su visión, proyección y trabajo lo han llevado a crear una corporación que va a ser implementada, el próximo año, como la pionera en el país en el ámbito de la belleza.

Su estudio, que lleva las cuatro primeras letras de su apellido, Cava, se basa mucho en las capacitaciones. Días atrás llegó a Guayaquil para ofrecer una clase magistral acerca del look Miss Universo y maquillaje para cámaras.

“Siempre trabajo con lo último de la moda, traigo las tendencias al país. Fui pionero en poner el primer estudio aquí en Ecuador”, dice con marcado acento argentino.

Explica que su local difiere mucho de una peluquería, porque es un sitio privado que está lejos de la vista de los curiosos.

“No me interesa que la gente me vea al pasar. Somos como una cocina en la creación de imagen, donde yo soy el chef”, recalca.

Inicios

Durante la conversación se remonta a sus inicios en un pequeño local que abrió con una amiga, en las calles Eloy Alfaro y Fernando Ayarza, en Quito. Ahí le lavaba el pelo a las clientas en un lavacabezas de plástico que le habían prestado, una silla y un espejo. La clientela quería conocer al chico sencillo, de acento extranjero que veían en la TV dando consejos con mucha soltura en el programa ‘Las mañanas junto a ti’, en Teleamazonas. La paga que recibía eran las menciones de su local y el número de teléfono.

A ese canal entró por pura osadía. Vio que estaban por lanzar un nuevo espacio familiar -han pasado 12 años-, llamó al canal, hizo una propuesta y se reunió con la productora.

“Les dije que en ese programa necesitaban consejos de belleza; miraron al chico argentino, de 24 años, no sé qué vieron en mí y me dijeron que saldría una vez por semana, pero fue tanto el éxito que subieron a tres salidas y no de 10 minutos, sino hasta el mediodía que terminaba”, relata el estilista, quien tiempo después renunció por situaciones personales.

Así nace la historia de Miguel Ángel, a quien la gente empezó a conocer y a respetar por su trabajo y exigencia consigo mismo. De no tener clientes, pasó a ser el dueño de un importante estudio ubicado en pleno corazón de Cumbayá, un sector de clase alta capitalina. Las citas con el estilista se las separa con dos meses de anticipación. Su trabajo profesional es oneroso.

¿Qué es lo primero que ves en una mujer?

Cómo hago para que se vea más guapa. Me fijo mucho cómo es esa persona. Creo que con dos palabras me puedo dar cuenta de qué tipo de mujer es. Saber si es extrovertida, seria, inteligente y qué corte necesita.

¿Han llegado clientes necias que te piden un corte similar al de algún personaje y aunque les digas que no les queda lo quieren?

Me han pasado muchos casos que llegan con un estereotipo y piensan o imaginan que les va a quedar bien. A diferencia de una prenda que te la pones y si ves que no te queda te la sacas, con el pelo no puedes hacer eso y como profesional debes tener mucho cuidado y sensibilidad a la hora de trabajarlo. El cabello no es como la piel, que si te caes, se regenera. Es una fibra que crece. Y en el caso que llegue una clienta que quiera algo que realmente no le queda o que el cabello no tenga las condiciones, yo la asesoro. La decisión la tomo yo, porque sé qué es lo que te va a quedar bien o mal.

¿Así ella se pare de cabeza y te diga quiero ese corte?

Le digo ‘sabe qué, vaya, consúltelo, tómese un tiempo, pero esto es lo que yo puedo ofrecerle, porque estas son sus condiciones. Si realmente quiere vuelva, si no, no se preocupe, aquí no ha pasado nada’.

Secretos

“En los concursos como el Miss Universo las mujeres no son tan perfectas como se las ve”.

“Es la primera vez que le corto el pelo a una descendiente africana (Zozibini Tunzi). Su tipo de cabello es diferente. Sus nacimientos son minirremolinos y hay que saber cortarlos. Ella me fue guiando porque obviamente lo necesitaba. Ganó (foto).

“Las chicas que van al Miss Universo duermen 4 horas, comen a la ligera, están con la presión a mil. No es fácil estar al frente de un certamen de belleza. La gente las ve como frívolas, pero no es así. Ahora se habla de belleza real, cuando todas las mujeres son reales”.

“Me apasiona mucho atender a una mujer como Oprah Winfrey, me encantaría peinarla y tener una conversación, porque creo que tiene un nivel de trabajo y cultura extraordinario”.

“Del país, estoy esperando a la primera dama. El día que llegue trabajaré en su imagen y la haré que brille. Tiene mucho potencial”.

“Es muy difícil trabajar con ‘celebrities’ en general. Atiendo a muchas de ellas y con muchas no volvería a trabajar. No puedo dar nombres. Hay figuras públicas que se muestran carismáticas frente a una cámara, pero yo como estilista personal sé cómo son realmente. El peluquero vive mucho eso”.

“Podría hacer un libro con los secretos de la sociedad quiteña. Sería un boom. Las infidelidades son una parte pequeña de todo. He estado en santos y alegrías. Las mujeres que van a mi estudio se sienten liberadas. Me cuentan sus cosas. Lo que pasa en Cava se queda en Cava ”.

Por si no tienes tiempo y dinero para un buen tratamiento o corte

1. No compres los tintes de cajita que venden en el super y en la farmacia.

2. Busca a un estilista e invierte en un buen corte de cabello, en un buen champú y en buen tratamiento. No tendrás problema. La peor inversión de una mujer que no tiene recursos económicos para ir a la peluquería es tinturarse mal el cabello. No hay cosa más fea que ver el pelo mal tinturado. Usualmente los colores de los tintes del super vienen con una oxidación que provocan en el cabello de la mujer latina que se vea amarronado, enrojecido, que no le luce bien.

3. No intentes cambiarte el color del pelo si no tienes los recursos ni el tiempo para ir luego a retocarlo y quedarte 4 o 5 horas y si no es más en la peluquería.

“A futuro estoy pensando en sacar una tintura con mi marca, pero que esté en la farmacia y tenga las indicaciones profesionales para que el cabello se vea bien”.