Es un joven con alma de viejo, es gruñón, no le gustan los niños y de vez en cuando acepta darse un chapuzón, siempre que sea con agua tibia. Además, detesta visitar el consultorio médico por los olores que este emana. No, no se trata de ninguna persona. El amplio diagnóstico fue hecho para Nico, un perrito Schnauzer de 7 años que habita con sus amos en el sector de La Florida, eb el norte de Guayaquil.

Nico fue sometido a una terapia con la española Lupe Marimón, una comunicadora-sanadora de animales, con la habilidad de saber lo que sienten los ejemplares de cualquier especie, a través de la telepatía.

Sorelly Rubio, propietaria del pequeño can de pelaje plateado, asegura que le ha sorprendido descubrir lo que pasa y lo que piensa su amigo canino y que hoy sigue las recomendaciones que le dio Marimón, entre ellas sacar más a menudo a Nico a la calle, pues el estar mucho tiempo en ambientes interiores no le hace bien al animal. Es más, según la experta, salir es algo que el peludo pedía a gritos, aunque hasta ahora nadie lo escuchaba o lo entendía.

El de Nico no es un caso exclusivo. Ahora que la predisposición a buscar animales de compañía esta cada vez más de moda entre los ecuatorianos, los expertos prenden las alertas respecto de que aquí, esa gran ayuda para los humanos, representa al mismo tiempo algún tipo de afectación para aquellas criaturas, llámense perros, pájaros, gatos, conejos...

El psicólogo guayaquileño Jorge Escobar sostiene que la falta de desarrollo de la autoestima ha llevado a que mucha gente "humanice" a los animales "y nos deshumanicemos nosotros frente a eso".

"LOS HUMANIZAMOS Y NOS DESHUMANIZAMOS"

"Asignamos categoría de humano a los pobres animalitos y los sacamos de su hábitat natural y los convertimos en una especie de extensión nuestra, los convertimos inclusive en nuestros hijos, privándolos de su entorno y de sus propios instintos, en nombre de una aparente domesticación", opina Escobar.

Incluso nos consideramos buenas personas al adoptarlos, acota el terapeuta.

Por las calles y sitios recreativos de Guayaquil se ve a diario gente paseando a perros de toda clase, aunque últimamente prevalecen los de tamaño pequeño y aquellos de raza pura o con pedigrí.

Una de estas personas es Allyson, una veinteañera que creció con la compañía de perros en su casa ubicada en el sector de Samanes 7. Hoy tiene un yorkshire llamado Pipo y una schnauzer a la que ha bautizado como Pelusa. Al preguntarle la razón de haber elegido a esta parejita en lugar de un buldog, rottweiler o pastor alemán, aseguró que los canes pequeños son más manejables "en todo sentido".

Con esta apreciación coinciden los expertos, pero estos acotan que en muchos casos el tipo de mascota y el tipo de raza elegido dice mucho de la personalidad de sus dueños o de lo que quieren aparentar ante los demás.

"Las razas de los perros o gatos tienen que ver mucho con el estilo de vida de sus amos y con lo que puedas ofrecerles a estos", precisa Marimon, quien hasta fines de 2020, vivió y trabajó una temporada en Guayaquil como conferencista y también como docente de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo.

Lupe Marimon conversó con EXTRA vía telefónica desde España sobre los pormenores de su peculiar habilidad para comunicarse con los animales y el por qué cada vez más gente busca animales de compañía.

¿Es posible hablar de tú a tú con los animales? ¿Qué te dicen ellos?

Sí, me conecto a través de ciertas meditaciones y puedo sentir lo que ellos sienten, me meto dentro de sus cabezas por telepatía. He hablado con leones marinos, tortugas, pájaros, peces, perros, gatos, llamas. Cualquiera lo podría hacer, la ciencia se queda corta en esta parte. Nuestro cerebro no lo entrenamos desde pequeños y lo tenemos dormido no lo sabemos usar.

Hay una tendencia cada vez más fuerte a buscar animales de compañía. ¿A qué se debe?

La razón es que los perros, los gatos, cada especie animal, tiende a conectarnos con el presente, a vivir el presente, cada vez más los humanos vivimos en un mundo artificial en el cual nos guiamos por nuestra mente, alimentando contantemente, no para hacer actividades. Los perros nos guían mucho. Te dicen: "¡Eh, párate, vamos a ver ¿dónde está la felicidad?, la felicidad no está en comprar, esta en vivir el presente, en hacer actividad física o jugar conmigo".

Los seres humanos tenemos corazón y nuestro corazón siente que el perro nos muestra esa parte interna que necesitamos alimentar también, entonces por eso cada vez más los seres humanos, sin darnos cuenta buscamos la compañía de los animales porque nos muestran la sencillez, el vivir el presente.

Acá en Guayaquil la gente parece que comienza a olvidar a los perros grandes y busca los pequeños, incluso aquellos que caben en la mano de un adulto. ¿Cómo ves eso?

Viví cinco años en el Ecuador vi que la gente tiene muchos perros grandes. En España es al revés. No sabía que la tendencia ha cambiado y puede ser porque pueden ser más cómodos para manejar. Un perro más chico lo puedes llevar a más sitios. A lo mejor se confunde a los perros con niños.

¿Coincide entonces con la teoría de que hay gente que está humanizando a sus mascotas y confundiéndolas con sus hijos?

Sí, muchos casos que me vienen a consulta son perritos que se hacen centro de casa y muerden cosas, perros como que están apagados porque no se les da la vida de perros: salir a correr, al patio de casa, la terraza, estoy de acuerdo en que los humanizan demasiado muchas veces.

¿Qué recomienda al respecto?

Que nos observemos, lo veamos y contrastemos qué hace el animal cuando está en la calle, en el exterior y qué cuando está en la casa, y veremos cómo le cambia el ánimo, la cara. Los ojos del perro y la nariz, es súper importante que su nariz esté activa mucho tiempo durante el día.

¿Aconseja usted alguna raza en especial?

Las razas tiene que ver mucho con tu estilo de vida y lo que puedas ofrecer al perro, cada raza tiene unas necesidades específicas. Por ejemplo, los pastores alemanes tienen que usar su olfato 24 horas al día y enseñarle mucho a desarrollar su inteligencia.  Si tienes un buldog francés, a ese animal no le falta la actividad física.

¿Se está abusando mucho de los canes para actividades para las que no nacieron, como detectar drogas y el coronavirus, rescatar gente de escombros...?

Depende de cada animal y de sus gustos, por ejemplo mi experiencia es que he hablado con perros que deberían dedicarse a este tipo de actividades, pero no les gusta, no les apetece, aunque sean de una raza fuerte y probada para estas tareas, prefieren estar acostados o tener una vida más familiar. Porque no solo es la raza, aquí viene la diferencia, es que es el ser individual, cada individuo es muy diferente, dentro de la misma raza cada ser es diferente.