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El tema es muy común en las conversaciones picarescas entre ‘panas’.Freepik

‘Mal bajo’, ¿mito o realidad?

El tema es muy común en las conversaciones picarescas entre ‘panas’.

En Ecuador hay un término muy popular que se utiliza para referirse a la supuesta pérdida de una figura esbelta por relaciones sexuales ocasionales o en una relación estable: el ‘mal bajo’. El tema es muy común en las conversaciones picarescas entre ‘panas’. Pero, ¿qué tan cierta es esta creencia popular?

Entre los jóvenes la frase es motivo de risa. “Es una de las cosas que en la ‘u’ suelen hablarse”, dice Éricka Guerrero, una joven universitaria. En aquellas pláticas siempre sale al paso un análisis de cómo ha cambiado la parejita luego de entregarse a las mieles del amor, pero principalmente la discusión se enfoca más en la mujer.

“He escuchado a compañeras que dicen que el cuerpo cambia, pero no es algo que deberían ver los varones”, opina Guerrero. Para ella, las féminas deben dejar de ser vistas por cómo lucen al tener una vida sexual activa.

El médico y sexólogo Rodolfo Rodríguez, asegura que aquello es un mito que está únicamente asociado a los genitales, a la calidad del coito y si “el tipo es malo en la cama”.

Sin embargo, el especialista cita que la aseveración tiene un grado de realidad, ya que una buena relación de pareja impulsa ese deseo por verse ‘pepa’. Pero aclara que es una influencia total del idilio, “no del pene”.

“Cuando a una pareja le va bien, es algo que se irradia en todas sus esferas. Le ponen atención a su cuerpo, no hay sobrepeso, exceso de consumo de alcohol, de tabaco, de sedentarismo, porque se mantienen saludables”, enfatiza el doctor.

Rodríguez menciona que la gente atribuye al mal sexo, el ensanchamiento de caderas en exceso, ojeras y una ligera sensación de avejentamiento facial a las consecuencias del mal bajo. Para él, aquello es el síntoma de que a veces las personas están en mayor o menor medida predispuestas a cuidarse, no solo por cómo marchen la cosas con su ‘media naranja’, sino por el amor propio que se tienen.

Y es que cuando alguien está en plan de conquista, generalmente se esmera en su imagen. Pero al ya entrar en un romance esto a veces cambia. Así opina Isaac Guerra, compañero de Éricka.

“Quizá los cambios físicos están asociados a que cuando ya llevan tiempo siendo novios, dejan de cuidarse para verse bien. Al principio uno se preocupa de esas cosas, pero luego ya no lo hace”, aduce el muchacho.

Rodríguez coincide con Guerra. Pero, además, menciona que una de las cargas a las que se le da más importancia cuando se está conociendo a alguien es la de la cama. Por eso el éxito de este factor podría afectar anímicamente a los ‘tortolitos’.

“Si quieres ser feliz con alguien tienes que ser feliz primero contigo mismo, porque cuando queremos enmascararnos con algo que no somos, luego vienen las decepciones”, dice Rodríguez.