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Buena Vida
Liliana Troya: “Me devolvieron las ganas de vivir”
Un año después de someterse a la manga gástrica, la expresentadora de TV dice que con casi cien libras menos se siente más segura y libre de depresión
Las redes sociales muestran a Liliana Troya totalmente distinta. Esbelta y feliz. Y no es para menos, hace un año la expresentadora de televisión se sometió a una cirugía de manga gástrica que le cambió la vida.
Su renacer, como le llama, lo celebró con una sesión de fotos donde muestra su nueva figura, enfundada en un ajustado body rojo y trajes ceñidos, en posiciones sexys y rodeada de pétalos y globos coloridos.
Amenazada por la hipertensión y la diabetes, como consecuencia de las casi cien libras de sobrepeso, Troya decidió, en octubre del año pasado, cambiar sus hábitos para mejorar su salud. El médico que escogió fue un especialista bariátrico ecuatoriano.
Durante los exámenes previos a la cirugía hubo un detalle que pudo haber complicado la intervención, le fue descubierto un pequeño bulto en la garganta. Tras la biopsia se detectó que se trataba de un tumor benigno que le fue extirpado de inmediato.
Antes de que Troya se sometiera a este tipo de cirugía pasó por la consulta de un psicólogo, quien le comentó que sus cambios drásticos eran consecuencia del estrés emocional que padecía.
Hace ocho años llegó a Estados Unidos, luego de que el programa Divinas, del cual formó parte saliera del aire. Con la liquidación que le pagó Canal Uno armó maletas para emprender un nuevo rumbo lejos de la televisión y hacer realidad el sueño americano.
Sin embargo, cumplir su anhelo le trajo serias complicaciones a la salud. El peso ideal que siempre mostró a través de la pantalla chica, aproximadamente cien libras, en 6 años se duplicó.
No tener horario fijo para comer, el estrés de estar en un ambiente desconocido, el hecho de no tener a nadie, entre otros problemas, la sumieron en la depresión que le provocó el desorden alimenticio que la llevó a subir de peso.
Desde su casa en Miami, Lili relata cómo ha sido su cambio desde que se operó. Está más activa, más ágil y llena de seguridad, lo cual se traduce en la expansión de su emprendimiento de hospedaje, que en 6 años ya cuenta con tres residencias (Miami, Nueva York y New Jersey), la primera con opción a compra y las otras dos son alquiladas.
Aunque se negó a hablar abiertamente del tema, el amor también está de su lado. Luego de dos compromisos fracasados dice estar conociendo a alguien que la tiene entusiasmada.
¿Qué te llevó a la manga gástrica?
Todo el tiempo que pasé en televisión tuve el peso ideal, jamás sobrepeso, pero llegar aquí y tener desorden alimenticio por no cumplir horarios de comida y vivir tan estresada me llevó a aumentar 98 libras en 6 años. El hecho de estar sola, el tener problemas, la depresión, me llevaron a los excesos.
¿En qué momento dijiste ¡ya basta!, debo cambiar?
Cuando mi mamá empezó a llorar por verme así al tener problemas de hipertensión y diabetes. Una hermana murió de diabetes juvenil y mi mamá temió que falleciera por la misma causa. Quienes estuvieron siempre junto a mí fueron Gaby Guzmán y su esposo. Ellos me pedían que me operara, hasta que lo hice.
Ya pasó un año, ¿cuántas libras has perdido?
Exactamente, ya cumplí un año de la cirugía. Entré al quirófano con 208 libras y estoy en 114, he bajado 94 libras y siento que me faltan unas más.
¿Cómo han sido esos 365 días?
Adquirí el compromiso de respetar la cirugía. Mi estilo de vida y de alimentación han cambiado, antes el gym no era para nada agradable, ahora me exijo por lo menos ir 4 veces a la semana. Al inicio, después de los 3 primeros meses, me ejercitaba de lunes a domingo, porque tenía miedo de que la piel me quedara fláccida. Era un trauma, pero por suerte no fue así.
¿Tu alimentación de qué depende?
De lo que me diga el médico. Como de todo, pero en porciones muy pequeñas. Evito consumir mucha sal y frituras. En mi casa nunca faltan los productos ecuatorianos que los huéspedes se encargan de traerme. En mi refrigeradora siempre hay bollos, humitas, maní molido. Todo lo del mercado Sauces 9 llega semanalmente a mi casa. Es como un delivery. Pero no me excedo.
¿Actualmente cuál es tu talla?
Estoy en XS y en pantalón 00. A veces me compro la ropa en zona de ‘teens’ (adolescentes).
¿Qué te ha devuelto esta cirugía?
Me devolvió las ganas de volver a vivir, de soñar, de estar en contacto con el público, con la gente, de arreglarme, de conseguir más cosas, estar más activa. Pero así y todo hay gente que me critica, antes porque estaba muy gorda y ahora me escriben porque dicen que estoy demacrada. No hago caso, porque me siento muy bien, siento que he vuelto a nacer.
Televisión y emprendimiento
¿Es fácil emprender en Estados Unidos?
Es muy difícil. Hay muchas barreras, me ha tocado pagar precios altos, pagar con lágrimas y desesperación. Nunca faltaron las ganas de regresar a Ecuador, pero aquí estoy.
Tu emprendimiento, ¿cómo nace?
Vine aquí y tuve la necesidad de tener un lugar dónde quedarme, de sentirme como en casa, alguien que me guiara en compras y en las cosas que podía hacer dentro de esta gran ciudad. Una vez establecida y con mis papeles legales empecé a crear el negocio para poder darle el servicio a la gente de mi país. Está legalizado, está registrado y con pago de impuestos.
Si te llaman de Ecuador para entrar a la tv otra vez, ¿aceptarías?
Ya tuve la propuesta para hacer el programa llamado Talento ecuatoriano que fue con el cual me inicié en RTU, pero ahora fue para una producción independiente y no acepté.
¿Extrañas la tv?
Relativamente no, pero sí extraño estar en contacto con la gente. Lo último que hice fue la ayuda social en el programa Divinas. Lograr que se construyan casas para los más necesitados, un techo donde vivir. Esa satisfacción me la dejó la TV y me quedo con eso.
- Más de ella...
* Estuvo en varios programas y producciones ecuatorianas, como Divinas, Los compadritos.
* Fue ganadora del reality ¡Oh, Diosas! cuyo premio era entrar a Canal Uno.
* Se inició en RTU en el espacio Talento ecuatoriano.
* Estuvo involucrada en los desfiles de los ecuatorianos en Estados Unidos.