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Buena Vida
¿Juegas a las escondidas? ¡Cuidado con hacerlo en el lugar equivocado!
Un niño quedó atrapado en un jarrón durante el popular juego. Su madre tuvo que rescatarlo a martillazos. Ocurrió en Brasil. El suceso se viralizó
Un juego que se convirtió en una urgencia para un pequeño y su madre, pero que no escapó de las risas y burlas. En Brasil, un jocoso vídeo viral muestra a un niño de 6 años quedó atrapado en un jarrón de arcilla , y que tuvo que ser liberado a martillazos, mientras sus familiares no podían contener la risa.
Compartidas en Twitter por el usuario @8RonaldQuintero, en las imágenes se observa cómo la cabeza del pequeño sobresale por la parte superior de la vasija que adornaba uno de los ambientes de la casa de su abuela en el estado de Amazonas.
Las carcajadas no pueden evitar escucharse en el fondo, a medida que los parientes del menor lo rodeaban, y este intentaba liberarse por sus propios medios por el delgado cuello del enorme florero. Después de tratar sin éxito de sacarlo por el mismo lugar por donde se había metido, decidieron rescatarlo rompiendo la artesanía pedazo por pedazo, con la ayuda de un martillo, haciendo caso omiso a su llanto y sus gritos de auxilio.
Una mujer, que al parecer sería su abuela, le dice en voz alta al asustado protagonista del video viral que “iba a tener que pagarle bastante por el jarrón”, ya que había sido un obsequio que un amigo cercano le hizo hace unos años. Se desconoce cómo fue que hizo el travieso pequeñuelo para meterse en el artículo decorativo, pero se cree que estaba jugando a las escondidas (o al escondite como se le conoce en otros países de Latinoamérica).
Gracias a Dios, no parece un jarrón 🏺 precolombino o egipcio.
— Ronald Quintero ® 🇨🇴 (@8RonaldQuintero) November 23, 2020
😂😂😂😂pic.twitter.com/hmwEq1MpPs
CUIDADOSO RESCATE
La mujer que acudió al rescate del menor no sería otra más que su madre, quien con sumo cuidado sostiene el jarrón mientras lo golpea para que los pedazos que se desprenden no lo lastimen. Afortunadamente, después de más de un minuto de constante y paciente martilleo, la “salvadora” logró liberar al niño, aunque el sufrimiento que pasó fue castigo suficiente para que no vuelva a hacer una travesura de ese tipo.