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Buena Vida
Jesús del Gran Poder, penitencia y tradición
En Quito, Riobamba y Guayaquil trasciende la devoción a Cristo cargando su Cruz
En Semana Santa, la imagen de Jesús cargando su cruz es una de las usadas para meditar sobre la condenación y el sacrificio del hombre de Nazaret que promovía el perdón, la misericordia y el amor.
El 16 de febrero de 1961, de manera oficial se realizó el culto a esta advocación, según informativos de la organización provincial de Quito.
En aquella época, un religioso sacó la efigie que estaba en la sacristía de la iglesia San Francisco e invitaba a los creyentes a hacer sus plegarias.
En marzo de 1961, directivos franciscanos acordaron hacer la procesión penitencial con esta representación. Desde ese año, cada Viernes Santo, de 12:00 hasta la hora en que murió Jesús se cumple el recorrido, rezando y recordando el camino al Calvario junto a miles de seguidores. Este año, por la pandemia, la procesión se hizo dentro del templo y los devotos la siguieron por redes sociales.
EN EL PUERTO PRINCIPAL
En Guayaquil, la devoción a Jesús del Gran Poder también se vive con intensidad.
Con la imagen que conservan en el templo de Nuestra Señora de los Ángeles (San Francisco) hacen la procesión en Domingo de Ramos como inicio de la Semana Mayor.
En 1983 se hizo el primer recorrido de fe en esta parroquia con la mencionada imagen y se fomentó el fervor a Cristo. (IC)
UN RECORRIDO NOCTURNO
La novena al Señor del Gran Poder es una de las tradiciones católicas arraigadas en los riobambeños.
La imagen que está en el altar mayor de la iglesia de San Antonio de Padua (Loma de Quito) es la protagonista de la fiesta que se celebra quince días antes del Domingo de Ramos.
La jornada de oración es transmitida por radio a toda la provincia y un día antes de su finalización, en el atrio se festeja con artistas, castillos y juegos de luces.
La procesión se realiza en la noche y, en el recorrido, los cucuruchos y penitentes alumbran con faroles mientras hacen la meditación en las catorce casas donde arman los altares representando las estaciones.
El templo, que es regentado por la comunidad de Hermanos Franciscanos desde 1964 cuando finalizó su construcción, forma parte de los bienes patrimoniales de la capital de Chimborazo. (PO)