Durante más de 80 años, visitantes de todo el mundo han sido atraídos a una tienda de vestidos de novia en Chihuahua, México, para estudiar el maniquí de novia espeluznantemente realista en el escaparate. La mayoría quedan tan cautivados por la fascinante mirada de La Pascualita, que se van convencidos de que ella es más una momia que muñeco.

Se instaló por primera vez en la ventana en 1930.

La gente pronto se dio cuenta de que tenía un extraño parecido con la dueña de la tienda en ese momento, Pascuala Esparza. Llegaron a la conclusión de que el aparente maniquí era en realidad el cuerpo embalsamado de la hija de Esparza que había muerto recientemente el día de su boda después de ser mordida por una araña viuda negra, según recoge el medio mexicano ‘Diario de Querétaro’

Poco después, la Pascualita empezó a cobrar vida propia. Se dice que un mago francés enamorado llegaba por la noche y la devolvía a la vida, llevándola a la ciudad. 

Una trabajadora de la tienda, Sonia Burciaga, quien tiene que cambiar la ropa del maniquí dos veces por semana, dice: “Cada vez que me acerco a Pascualita me sudan las manos. Sus manos son muy realistas e incluso tiene varices en las piernas. Creo que es una persona real ".

A pesar de eso, en el sitio hay verdaderos creyentes, quienes dejan flores y velas fuera de la tienda y otros tributos. Para algunos, La Pascualita ha alcanzado el estatus de una santa. Se dicen que a sus pies suceden los milagros.