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A galope hacia el patrimonio
Sibambe aspira a que fiesta al patrono Santiago sea reconocida. La tradicional cabalgata no se hizo este año por la emergencia sanitaria
Los comuneros de la parroquia Sibambe, del cantón Alausí, provincia de Chimborazo, tienen cinco meses para aportar con más estudios antropológicos, culturales y sociales con los cuales lograr que la Marcha a caballo en homenaje al Apóstol Santiago sea declarada como patrimonio.
Leonardo Ortiz, presidente del comité que busca la declaratoria oficial para que esta fiesta sea patrimonial, explicó que “junto a los técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) estamos buscando en archivos históricos más testigos y todo lo que pueda aportar al estudio presentado a un inicio con el que nos entregaron la certificación”.
Con esta labor, el comité busca dar a conocer las tradiciones de Sibambe, y ser un destino de turismo a través de las rutas de Santiago, como denominan a los caminos de herradura que atraviesan los jinetes.
La fiesta de la cabalgata de esta parroquia, ubicada en la hoya del Chanchán, es una práctica de ancestral, es el resultado de la simbiosis de diversos aspectos culturales y sociales, recrea costumbres y labores asociadas al campo y comercio que se manifiestan en sus jinetes y es un intercambio de saberes y prácticas culturales transmitidos por generaciones, aseguran los sibambeños.
Con las investigaciones estiman que este recorrido fue parte de los pueblos originarios y luego se mantuvo con los incas, quienes realizaban sus actividades de comunicación a través de los chasquis (mensajeros), así como el comercio entre pueblos a través de Tambos (lugares de descanso).
Con la llegada de los españoles, se introdujo el caballo en América y los recorridos se hicieron en este animal.
Los europeos fundaron esta localidad de Alausí en el día del santo, por lo cual este personaje fue declarado como patrono. Incluso, la imagen del santo fue recreada sobre un caballo.
La Marcha a Santiago de Sibambe se realiza anualmente el 25 de julio. Este año, por la pandemia, se suspendió, pero la zona 3 del Instituto Nacional de Patrimonio junto a la comunidad continúan las investigaciones sociales y antropológicas para declarar la fiesta como Patrimonio Inmaterial del país.
Un recorrido de hermandad
Esta tradición une a pueblos de Cumandá, Alausí, Cañar y a otros de la provincia de Azuay. La cabalgata se inicia tres días antes y las decenas de jinetes parten del cantón Cumandá.
Atraviesan la cordillera y siguen la llamada Ruta del Contrabandista, nombre dado en los años de la ley de estancos, cuando el gobierno tenía el control del comercio de aguardiente y otros productos.
Los comerciantes recorrían las escarpadas montañas dándose modos para burlar a los “guardas”.
Actualmente esta ruta es un sitio turístico donde los devotos recorren el paisaje escuchando las historias y leyendas. (PO)