El músico y actor Gabriel Baumann regresó a su infancia a través de una foto... Un afiche que sus padres usaron para un festival de teatro, en el que el artista tiene unos dos años, causó furor en redes. Esto luego de que replicara el retrato de su niñez en una toma actual.

Como Dios lo trajo al mundo y sobre las ‘tablas’ de un teatro, Baumann posó rodeado de varias caretas. “Ponía el temporizador y corría a sentarme en posición”, cuenta. El resultado es perfecto. Una toma casi idéntica a la original. “Las mismas máscaras ya no había, así que me enfoqué más en la posición del cuerpo”, menciona.

Para el vocalista de Swing Original Monks, no existe algo más honesto y humano que un cuerpo desnudo. Y lo ha reflejado varias veces en su plataforma de Instagram, en la que supera los 13 mil seguidores y hay varias tomas ‘nude’.

“Venimos al mundo desnudos. Debemos mostrarnos más naturales. Hay una cultura de esconder el cuerpo, que no va más. Yo siento que tengo un cuerpo bello porque lo quiero, lo amo. A veces estoy flaco, a veces con barriguita, pero el mostrarme es una invitación y provocación a ser libres”, dice.

No se siente un sex symbol. Sin embargo, desde sus presentaciones con la banda ya se “enlluchaba” sobre el escenario. “Sí había el vacile de la audiencia… No solo con las mujeres, los hombres también silbaban y eso es chévere, poder hablar de estos temas, que alguien se pueda expresar libremente. Yo me ponía una pupera o ropa rosada. La idea es cambiar la visión de lo que corresponde a masculino y femenino”, detalla.

Un arte genuino

El contenido de Baumann ‘arranca’ carcajadas en sus seguidores. Él es un as para crear videos, de alta calidad, con un celular. El proceso creativo y guion le demora un día, la grabación, otro más. Esto al igual que la edición. Junto a su padre, el actor Christoph Baumann, tuvo la idea de subir cortos cómicos para entretener a la gente, sobre todo ahora que la crisis sanitaria ha dejado un sentimiento de incertidumbre.

Su amor por los mangos, por ejemplo, forma parte de algunos de los videos. Sus abuelos maternos tienen un terreno en Portoviejo, Manabí, donde cultivaban esa fruta.

Cuando no es temporada sufre y trata de almacenar la mayor cantidad de pulpa congelada. Pero nada se compara con el fresco sabor de un mango recién cosechado. “Como hasta empacharme”, concluye.