El placer de gastar nunca fue tan literal. Se trata de un nuevo fetiche que solo unos pocos pueden practicar. El ‘findom’ o dominación financiera se refiere al placer de los hombres por convertirse en un esclavo financiero.

Aunque suene extraño, no es una broma. Quienes optan por esta práctica, entregan el control financiero a la mujer para que gaste ‘a manos llenas’. Tarjetas, cuentas y todo lo que esté a su alcance lo ponen a disposición de su pareja, y ellos se convierten en esclavos financieros.

Si la idea no te queda clara, la BBC pone una comparación interesante. El ‘findom’ es similar a prácticas como el bondage, la disciplina, la dominación, el sadismo o el masoquismo. El hombre disfruta mientras pierde el control de sus finanzas ante la ‘money domme’; el solo hecho de realizar la transacción y pagar les produce placer.

Pero hay un dato aún más curioso. Pese a que se trata de un fetiche sexual, el sexo no está implícito, ya que quienes lo practican pueden estar a kilómetros de distancia y solo realizar transacciones por Internet. Incluso existen páginas dedicadas exclusivamente creadas para quienes gustan de esta práctica.

Dinero y poder

Para muchos, el ‘findom’ puede resultar incomprensible, pero a la hora del placer no hay reglas. ‘The Independent’ reveló el testimonio de un ‘paypig’ —como se conoce a los hombres que costean los gastos de los ‘findom’— quien explicó cómo se siente cuando gastan su dinero. “La excitación proviene de la idea de que alguien invada el espacio personal de tus finanzas. La gente mide su autoestima en dinero y lo utiliza como un método de protección psicológica”, declaró .

El otro lado de la moneda

En julio de 2017, la revista ‘Rolling Stone’ publicó un artículo donde la dominatrix financiera Yevgeniya Ivanyutenko explica los secretos detrás de la práctica de vaciar billeteras por el placer de otros. Ella dice que aconseja a otras mujeres cómo ser una ‘findom’ eficaz. “Lo pondría a prueba (al hombre) pidiéndole una cierta cantidad”, explica Yevgeniya, y posteriormente pediría más y más.

Si todavía no crees que este fetiche es real, basta con introducir la palabra ‘findom’ en el buscador de Twitter y ver las numerosas publicaciones. Frases como: “Estoy orgulloso de dedicarle mi vida complemente a mi Diosa”, “deseando jugar con tu cartera”, ”que salga un voluntario ya mismo para pagar mi nueva manicura”, se repiten innumerables veces.

Meghan Murphy, editora y fundadora del sitio web feminista ‘Feminist current’, opinó para la revista que el tipo de negocios de Yevgeniya se alimenta del “glamour y el blanqueo de la prostitución”.