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Papá moderno
La figura del padre esencial e irremplazable
No existe un padre ideal, las atenciones que le des al pequeño dependen de ciertos factores, tanto personales como culturales
Los niños son un tesoro y como padre de familia debes tratarlos como tal. Tus atenciones les traerán un sinnúmero de beneficios importantes en su desarrollo.
La figura paterna no es exclusiva del padre biológico. Este papel también lo puede adoptar un tío o un abuelito, con el fin de que el infante no tenga problemas -posteriores- de depresión o de inseguridad.
Tu labor principal es la de ser papá más que un amigo. Debes cuidar, proteger y amar. Comparte criterios educativos con tu pareja, evita las contradicciones.
El educador y pedagogo Cristian Valle López, con 16 años de experiencia en estudiar el comportamiento de los niños y adolescentes, dice que “vivimos en una sociedad en la que se cree que una madre puede suplir el rol de un padre en el desarrollo integral de un niño. Es importante considerar que el progenitor es quien equilibra el proceso emocional y también les brinda seguridad”.
En síntesis: tus hijos te necesitan más de lo que te imaginas.
- Predica con el ejemplo. Así te conviertes en un buen espejo. No te olvides que tu pequeño tratará de imitarte.
- Expresa tus emociones. Dile cosas bonitas, trátalo como un tesoro.
- Sé espontáneo. Utiliza el sentido común, trata de ser un papá auténtico y real, con defectos y virtudes.
- Comparte momentos de calidad. Desconéctate del trabajo y de tus amigos, pon atención a las curiosidades e inventos del niño, seguro te sorprenderá.
Tres lecciones que todo papá debe darle a su hijo...
1. Una imagen paterna. El niño necesita una figura masculina, de ahí parte la construcción de su propia identidad.
2. Un educador de valores. La casa es la primera escuela. De papá aprende el respeto, honestidad, paciencia, puntualidad y muchas más lecciones. Cuida tus acciones, que te está observando.
3. Disciplina. Oriéntalo por buen camino antes de que sea tarde.
La meta
Si eres mamá soltera, no tienes otra opción: debes asumir el rol de jefe de hogar. Conviértete en esa persona con la que el pequeño pueda hablar y confiar. Por ningún motivo permitas que las circunstancias que ocasionaron la falta de la figura paterna lo hagan sentirse avergonzado.
¡Este es tu reto!