A cuatro meses de que la parroquia Canelos, Pastaza, viva el mayor de sus festejos ancestrales, el Kamari Ista, ‘la fiesta de la abundancia’, está en la lista de patrimonio inmaterial cultural.

Por la pandemia, la celebración anual que va del 1 al 27 de diciembre, no se hizo el año pasado, ahora retomaron los preparativos para los 27 días de alegría, intercambio y sonar de tambores.

Augusto Vargas, líder de la parroquia, mencionó que esta es una costumbre de los kichwas amazónicos, tanto en el país como en Perú; sin embargo, en Canelos mantienen la tradición tal cual la heredaron. “Son múltiples ceremonias milenarias e intercambios recíprocos entre la comunidad. Es un reencuentro de dar y recibir”, explicó el curaca.

Wagner Tello, quien se define kichwa-mestizo, mencionó que Canelos se diferencia de otros pueblos kichwas porque está amalgado de costumbres como el Kamari Ista, que es la comunión sagrada entre lo humano y divino, en el compartir.

Ferran Cabrero, doctor en Arqueología Prehistórica, docente de la Universidad Estatal Amazónica, y uno de los investigadores para obtener la declaratoria, dijo que, si bien la fiesta dura un mes, la organización arranca desde que se le da la responsabilidad a los priostes.

El experto resaltó que en esta celebración quien más tiene comparte con la comunidad; no solo en lo económico sino en conocimientos y bondad. “Esta fiesta es única en la Amazonía”, aseguró el antropólogo.

Pablo Escobar, técnico de Kamari Ista, aseguró que para conseguir la certificación, durante ocho años, reunieron la documentación.

La certificación se entregó durante la elección de los nuevos priostes que comandarán el Kamari Ista para después de dos años. YIE