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Feederismo: el peso de la atracción
La atracción por lo bello y delgado es común. Pero, poco se conoce o se hablar sobre el fetiche de algunas personas por la gordura.
A través de los medios, la sociedad ha impuesto el canon de cuerpos definidos y esculturales, donde la gordura no tiene espacio. Sin embargo, no todos se sienten atraídos por ese tipo de silueta. Algunos sienten atracción por la corpulencia, kilos de más, barrigas redondas y todo lo que caracterice a una persona con sobrepeso.
Aunque pueda parecer raro, existe y los expertos lo denominan feederismo, que es el fetiche por la gordura. Una tendencia o afinidad por las personas que poseen sobrepeso y que quizás podría convertirse en una identidad adaptada.
Para mejor explicación, el psicólogo Christian Vaca aclara qué es un fetiche. Explica que son las parafilias sexuales o alteraciones de la excitación, en donde el objeto sexual, actividades o situaciones se tornan exclusivas para la persona. Él asegura que tener atracción por sujetos gordos no es un problema como tal. El dilema sería, cuando sólo por una condición, en este caso las personas obesas, se llega a orgasmos.
Además, comenta que se reconoce un trastorno de conducta, cuando el feeder no siente placer o gustos por personas delgadas o atléticas, y peor aún, no concibe llegar al clímax en el acto sexual. “Esto es parte de una patología, ya que se limita el campo de excitación”, afirma Vaca. Es decir, se transforma en tendencia u obsesión.
La psicóloga Gina Fabre determina al feederismo como un trastorno y desajuste de personalidad. La experta comenta que es cierto que existen infinidades de fetiches adquiridos por las personas, pero este en particular posee una adicción poco común en la sociedad. Pero esclarece que “estos trastornos de conducta no son orientaciones sexuales”.
La especialista comenta que las personas feeder podrían tener comportamientos de masoquismo al momento de desear algo que la sociedad en su mayoría rechaza. A esta teoría se une Vaca, y comenta que en ocasiones, la satisfacción sexual no proviene solo de la propia gordura. “Existen prácticas extremas y conductas obligadas”, añade el experto. Es decir, que el placer se acentúa más cuando se hace ganar peso a otra persona, casi siempre en las parejas.
Vaca deja en claro que, en estos casos el feeder toma una conducta dominante que proporciona órdenes y el ‘feedee’ le obedece. “Podría ocurrir cuando el amor o afecto por la pareja es obsesivo y exagerado”, aclara el psicólogo. Y esto no es todo, porque el fetichista puede adoptar nuevas conductas agresivas como amarrar, obligar y presionar a su pareja para que ingiera grandes cantidades de comida. Es ahí donde el fetiche se convierte en un problema de trastorno —aclara el experto— porque provoca abundante excitación y placer.
Si bien es cierto, en la sexualidad se debe tener cautela. Para el psicólogo Vaca, todo es normal y permitido en las relaciones sexuales de la pareja. “Lo anormal sería cuando el placer se genera por un patrón poco peculiar”, dice Vaca. Incluso comenzarían a presentarse problemas en la relación si uno de ellos no cumple con las condiciones impuestas para engordar.
Y esto no es todo. Los expertos opinaron que se suman nuevas conductas fantasiosas fuera de lo común. Lo típico en la relación sexual son los jueguitos, objetos y vestimentas eróticas. Pero, entre las fantasías de los feeders están el ‘stuffing’ o ‘padding’, donde utilizan trajes de relleno para aparentar obesidad buscando excitación sexual.
Este fetiche es algo alarmante. Ante esto, Gina Fabre asegura que todo dependerá de si la persona desea curarse y liberarse de conductas agresivas. Claro está que la persona debe reconocer los límites extremos a los que ha llegado por esta atracción, sólo de esta forma podría tomar terapias psicológicas y psiquiátricas. Además de esta sugerencia, la experta menciona que la familia tiene un importante papel en la crianza de sus hijos. La persona con atracciones corpulentas pudo haber tenido ejemplos desde su infancia.
En definitiva, Vaca dice que el feederismo no es un fetiche malo, pero cuando la satisfacción sexual viene de un objeto inanimado se determina como trastornos de conductas.
Si creías que solo había atracción por los cuerpos delgados y definidos, ¡pues te equivocaste! El feederismo es real y quizás tú conozcas a algún fetichista de la gordura.