Las fantasías sexuales ayudan a mantener encendida la llama del amor. En otras palabras son una representación ficticia en un acto sexual. Los expertos en sexología aseguran que esta dinámica es normal. Es un terapia que reconforta.

“Imaginar estos momentos y situaciones con tu pareja pueden abrir un mundo de experiencias y expectativas interesantes”, así lo define la terapeuta de parejas Nuria Vanegas. Aunque no se cumplan todas las fantasías son necesarias para reforzar experiencias en la imaginación y darle otro toque a las relaciones. Sin embargo, “la mayor parte de las veces son individuales y no se realizan”, dice la experta. Y, ¿cómo puedo pedirle a mi pareja una fantasía?

“Empieza a invitarlo a leer los beneficios de las fantasías, si hay resistencias, dar tiempo a que poco a poco se vaya interesando por tener una experiencia diferente”.

Potente afrodisíaco

Son creativas. También da lugar a relaciones mucho más espontáneas. La pareja se libera de esta manera de barreras y miedos que restan naturalidad e impiden llevar a cabo encuentros placenteros libres de ansiedades y presiones.

Mejora la autoestima

Este detalle te brinda confianza y te hace sentir sexy. Recuerda que la sensualidad no es sinónimo de belleza, la primera parte tiene que ver con lo erótico.

Liberan el estrés

Reducen la ansiedad y te hacen sentir más feliz. Después del clímax se produce relajamiento físico y mental.

Aumentan el deseo sexual

Las fantasías rompen con las rutinas, esa expectativa de tener otro tipo de experiencias hace que se eleve el deseo.

Sales de la rutina

Entre las parejas es indispensable tener creatividad, desprenderse de los tabúes y atreverse a innovar.