Recibir una llamada de un número desconocido se ha vuelto una situación cotidiana. Sin embargo, lo que muchos ignoran es que atender una de estas llamadas podría desencadenar una serie de eventos que culminen en el vaciado total de sus cuentas bancarias. Este no es un robo convencional; es un ataque sofisticado que explota la curiosidad y la confianza de la víctima.

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Los ciberdelincuentes han perfeccionado una técnica que ha encendido las alarmas entre los expertos en seguridad a nivel mundial: la estafa de la llamada perdida. Esta modalidad, que ha ganado popularidad rápidamente, implica realizar llamadas breves desde números internacionales con prefijos desconocidos, como el 355 de Albania o el 234 de Nigeria. La llamada dura solo unos segundos, lo suficiente para despertar la curiosidad de la víctima, quien suele devolver la llamada sin sospechar lo que le espera.

Al devolver la llamada, la víctima se conecta a una línea de pago que incrementa notablemente su factura telefónica. Pero el peligro no termina allí. En muchos casos, los estafadores también intentan obtener información personal o financiera, haciéndose pasar por representantes de empresas, utilizando pretextos como premios ficticios o problemas con cuentas bancarias. Lo que comenzó como una simple llamada perdida puede convertirse rápidamente en una pesadilla financiera.

Detrás de esta estafa se encuentra la ingeniería social, una táctica que manipula la psicología humana para que las personas actúen en contra de sus propios intereses. Según Kaspersky, una empresa líder en ciberseguridad, estos ataques son efectivos porque explotan la forma en que las personas piensan y reaccionan. Los delincuentes no necesitan tecnología avanzada para ejecutar sus planes; les basta con conocer las motivaciones y temores de sus víctimas.

“La capacidad de persuadir y ganarse la confianza de la víctima es lo que hace que la ingeniería social sea tan peligrosa. Una vez que el delincuente establece esa conexión, es probable que la víctima realice acciones que la expongan a riesgos serios”, advierten los expertos.

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La mejor defensa contra estas estafas es la prevención. Si recibe una llamada de un número desconocido, especialmente si proviene del extranjero, lo más seguro es no contestarla. Es crucial mantenerse alerta y desconfiar de cualquier solicitud de información personal o financiera, incluso si parece provenir de una fuente legítima.

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