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Buena Vida
“¡Ni marihuanero ni borracho!”
El guayaquileño desvirtuó comentarios con los cuales lo catalogan hasta de fumón.
Marcos Augusto Vera Rosado, más conocido en la farándula como El padrino, locutor de Radio Canela, pone los cartas sobre la mesa y se confiesa con Diario EXTRA. Muchos lo catalogan como un hombre vulgar y lleno de vicios por el personaje con el cual se ha dado a conocer durante 22 años, pero manifiesta ser todo lo contrario.
“No soy ni marihuanero ni borracho, no tengo ningún tipo de vicios”, señaló el comediante, considerando que esos calificativos son porque “la gente tiende a confundirse”.
“Las personas a veces me juzgan sin conocerme, lo que hago es un personaje, pero en realidad soy un ser humano muy culto y educado”, enfatizó el artista guayaquileño.
Es más, dice ser un hombre creyente, entregado al Ser Supremo. “Llevo diez años como evangélico, luego de que mis hermanos me llevaron al templo”.
El popular locutor dice que “padres de los amigos de mis hijos pegan un grito al cielo cuando los suyos les dicen que vienen a mi hogar”, y tratan de evitarlo diciéndoles ‘para qué vas a ir a la casa de ese patán’, ‘no te permito ir a visitarlo’”, entre otras argumentaciones, comentó el excatedrático y también chef.
Vera manifiesta que todo cambia cuando lo saludan personalmente. “Una vez que me conocen aquellos padres dicen que he sido todo lo contrario”, sostuvo entre risas.
Reconoce que esta labor de humorista picante le ha traído muchos problemas. “Los más duros golpes fueron cuando me multaron con 30 mil dólares por los chistes fuertes que cuento en la radio, los pagué en cómodas cuotitas”, contó.
El locutor aseveró que todos los chistes que dice los hace sin ánimo de ofender. “Respeto a todos los seres humanos, lo que hago es para que la gente se ría y por eso me pagan”, finalizó el comunicador.
LOS HECHOS
¡Muñecos, cosa del pasado!
El padrino se dio a conocer en el año 1995 usando varios muñecos a los que les ponía su voz, entre ellos Pete turrillo. Con ellos trabajó en dos canales de televisión.
Él utilizó las marionetas por varios años, pero dejó de hacerlo luego de vivir algunas experiencias paranormales. Una de ellas cuando retornaba de un show, uno de esos títeres se movió solo dos veces y por eso los quemó.