El paciente Sean Tiwanak fue recluido en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, California no por el virus pandémico que inició en China, sino porque requiere de un trasplante de corazón. Los galenos de este centro médico se percataron que por causa de la COVID-19 no puede ser visitado ni estar en contacto con sus seres queridos, por eso lo sorprendieron con un gran y emotivo detalle: le pusieron un ukelele en sus manos, instrumento que él domina y le regaló un momento feliz, pues la alegría y la música benefician a tu salud integral.

¿Sabías que la música y canciones tienen un efecto tipo sedante, pues regula la frecuencia cardíaca y respiratoria? Pues sí. Y a su vez despierta la comunicación de las emociones y los sentimientos, provocando una conexión con los demás, sí, nos hace empáticos. Asimismo disminuye la depresión y la ansiedad. De igual manera crea ambientes envolventes, lo afirma el portal web cuerpomente.

A nivel social también hay importantes ventajas, como el diálogo y la interacción. Y justo eso fue lo que pasó en esta casa de salud. Los acordes de Sean atrajo a la doctora Lily Stern, quien es parte del equipo de atención cardíaca y dueña de una gran voz, talento que desconocían sus compañeros.

Juntos interpretaron la popular canción ‘Stand by me’, creación de Ben E. King, la misma que se dio a conocer en el año de 1961. Este ‘show’, desarrollado desde una camilla, ha revolucionado las redes sociales. La ‘presentación’ de ambos contagió a todos los pacientes de la sala y al equipo médico presente.

“Es difícil cuando no tienes ningún tipo de contacto humano. Ella (Lily) realmente me ayudó ese día a superarlo. Cuando toco música, incluso ahora, me ayuda a tener una actitud positiva y a olvidar las cosas que pasan a mi alrededor”, esas fueron las palabras del paciente artista.