Me llamo Leonor, tengo 38 años y mi marido 39. Le cuento que él se fue de la casa y me dejó con mis dos hijas en la ciudad de Esmeraldas. Eso fue hace nueve meses, y lo más penoso es que me traicionó con un hombre, con quien lo encontré en mi propio cuarto. Desde entonces, me dijo que tenía otras preferencias. Al principio no sospeché de su doble vida, ni siquiera porque comenzaron a desaparecer mi ropa íntima y mis maquillajes. Quizás pensé que me engañaría con otra mujer. En los seguimientos que le hice, me di cuenta que él tenía un amigo, el cual me lo presentó un día, este es alto, simpático y con quien pasaba mucho tiempo, sin embargo, no imaginé lo peor. Me quedé tranquila en ese momento, porque me di cuenta que no tenía otra mujer como supuse. Pero descubrí todo un día en que fui a visitar a mi madre y regresé a la casa de inmediato, allí fue cuando lo pillé con su “amigo” en pleno acto. Me enojé tanto que me fui a vivir donde mi madre, pues había sido él quien se ponía mi ropa interior. No entiendo, estoy muy mal todavía, siento que lo quiero, pero así en esta situación no puedo volver. ¿Qué debo hacer?

Respuesta:

Pobre Leonor, es lamentable lo que te ha pasado, me imagino el dolor y la decepción que debes haber sentido al momento de descubrir la verdad. Pero te felicito que hayas tomado la decisión de separarte de él, fue lo mejor que hiciste, porque no te merecía como esposa. Lo que él tenía a tus espaldas era un hombre que le ‘iluminaba el túnel’. Déjame decirte que si él era quien usaba tu ropa y maquillaje, podría tratarse de un gay o bisexual “pasivo”. Bueno, tantas cosas que se dan en la variedad sexual de ahora. Déjalo con su vida confundida y no te asombres si alguna vez lo llegas a ver transformado en mujer, pues en este mundo todo puede pasar. Pero ciertamente estos casos son dolorosos para la familia, y más para una mujer cuando ha sido engañada, porque el hombre a quien amaba no fue nunca sincero. En todo caso, te aconsejo no guardes resentimiento contra el padre de tus hijas, más bien piensa en la dura vida que le espera. ¡Sigue adelante!

Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. 

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