Ahorrar no es solo guardar lo que sobra; es planificar y asegurarte un futuro más seguro. Como explica el economista y CPA Héctor Delgado, cuanto más temprano se comience a ahorrar para un propósito específico, más rápido se llegará a la meta.

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Esta simple regla puede ser clave para construir un patrimonio sólido a lo largo de los años. Sin embargo, es fundamental comprender que las finanzas pueden variar según tu edad y las necesidades en cada etapa de la vida.

Por eso, se sugiere definir un porcentaje fijo de los ingresos para el ahorro. Así, en lugar de esperar a ver si quedan algunas monedas, aseguras que ese porcentaje se destine de inmediato a tu objetivo, sin importar si tus ingresos aumentan o disminuyen.

Imagina quedarte ‘chiro’ o ser ascendido de puesto de imprevisto; es en esos momentos cuando debes tomar decisiones y adaptar tus finanzas. Esteban Correa, subgerente comercial de Andalucía, lo resume bien: “Las decisiones financieras pueden alterar significativamente el rumbo de nuestras vidas”.

Ahorrar desde joven y diversificar inversiones en la madurez requiere disciplina. El detalle está en adaptar las estrategias de ahorro a medida que evolucionan tus necesidades. ¡Mucho ojo!

Los 20, 30, 40 y 50 años suelen ser puntos de inflexión en la vida financiera de una persona, etapas en las que la situación económica tiende a cambiar. Por ello, según Correa, es en estas edades donde se deben realizar ajustes en la forma de ahorrar.

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