“El mayor enemigo de las cremas es el sol. Cuando las compres, al igual que los sérums (sueros), procura mantenerlas lejos de la ventana. Nunca cojas la crema con el dedo porque la llenas de bacterias, es mejor sacarla con una espátula; lo mismo con los sueros que traen pipeta. No te la pongas directamente en la cara, sino en la mano y de ahí aplícate el producto", advierte la cosmetóloga Melany Castro.

Según la experta debemos estar conscientes de los activos, porque de eso depende la durabilidad de la crema. Para ello anota siempre la fecha de compra y verifica el tiempo de caducidad. Si la sigues usando estando pasada, alterarás la barrera de la piel, lo que te puede causar manchas e infecciones en el rostro. Si quieres saber cómo cuidarlas, sigue estos tips.

Contaminación

Los dedos son una fuente innegable de contaminación y lo primero que se introduce en el envase. Una vez que el producto es abierto surge el riesgo de que se degrade, sobre todo al entrar en contacto con el ambiente. El aire y las bacterias son las principales causas de deterioro del producto.

Ciérralas bien

 Después de cada uso, los envases de tus cremas de belleza deben quedar bien cerrados. De lo contrario, el agua que contiene se evaporará y el producto se oxidará y dañará.

Vida útil

Toda crema tiene un tiempo de vida útil. Nunca las guardes más de tres años, así estén cerradas. Los conservantes en los productos cosméticos garantizan la estabilidad de los ingredientes por un máximo de 36 meses desde la fecha de fabricación y antes de ser abiertos.

Lugares frescos

Para que cumpla con sus beneficios es imprescindible mantener la higiene y guardarlas en un lugar fresco y alejado siempre de la luz. De esos factores depende el obtener los efectos deseados.

Guárdala en la refri

Si abriste la crema solo para probarla y no la volviste a usar, para conservar mejor su efecto debes guardarla en la parte de abajo de la nevera. Tápala bien.