Aunque la oferta de sexo virtual empezó con el auge de Internet, durante el confinamiento por la pandemia de la COVID-19, estos tomaron mayor relevancia y su consumo aumentó.

Por ejemplo, la página de contenidos para adultos Pornhub recibió 42 mil millones de visitas en el 2019 y el tráfico aumentó un 11,6% en todo el mundo desde la pandemia. Y eso no solo se vio reflejado en las vistas de películas eróticas, sino del servicio de los shows eróticos que modelos webcam ofrecen en diferentes páginas webs.

Un modelo webcam es un actor o actriz que transmite vídeos en tiempo real. En algunos casos es como una ‘porno’, pero en vivo. Es frecuente mostrarse desnudo o en ropa interior y comportarse de forma sexualmente provocativa, aunque esto no sea imprescindible.

Lena Nell es una de ellos. Ella explica a EXTRA que este tipo de negocios le fue muy rentable durante el confinamiento, porque la mayoría de gente tenía contacto virtual.

Aclara que ser este tipo de modelos es crear un personaje que, regularmente, no está ligado a la vida privada de quienes lo ejecutan. “Esto es un show, no tiene que estar ligado necesariamente con la prostitución. A nosotros nos pagan por dar un show y los montos van de acuerdo a lo que pida el cibernauta”, dijo.

El sexólogo Rodolfo Rodríguez añadió que el consumo de este tipo de contenidos no se asemeja a la pornografía, puesto que el usuario puede pedirle a la o el modelo, que tiene detrás de la pantalla, que realice alguna acción que quiera.

“Ellos están equipados con productos, vestuarios, accesorios que pueden usar. Esto, porque los usuarios les piden que hagan tal o cual acción que les genera excitación a través de ellos”, dijo.

Añadió que, al igual que con la pornografía, el consumo de este servicio no tiene nada de malo, mientras se lo haga con moderación y esto no altere las rutinas de vida.