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La asexualidad también es una orientación.Tomada de internet

Asexualidad: Está bien no tener ganas de tener sexo

Hay personas que no sienten deseo sexual, pero pueden vivir en pareja porque sí se enamoran. En otros casos, tampoco hay capacidad de enamoramiento.

El sexo es una de las prácticas predilectas para hacer en pareja y tiene múltiples beneficios físicos y psicológicos, cuando es realizado de manera consensuada. Sin embargo, no todo el mundo disfruta o gusta de él.

De acuerdo con el sexólogo y psicólogo canadiense Anthony F. Bogaert, en sus múltiples estudios ha detectado que el 1 % de la población mundial es asexual, es decir que no siente atracción por el sexo.

Sin embargo, esto no quiere decir que estas personas no puedan tener una relación de pareja. El sexólogo Xavier García explica que “nosotros reducimos la sexualidad al acto erótico, pero nos olvidamos de que esta va mucho más allá. Se puede tener una conexión romántica con otra persona, que vaya más allá del contacto físico”.

Hay que tener en cuenta ciertos factores para determinar si alguien es asexual o no. Quien tenga sospechas, puede hacerse las siguientes preguntas: ¿Alguna vez te has sentido atraído sexualmente por alguna persona? ¿Quieres tener sexo o participar en prácticas sexuales? Si sales con alguien, ¿quieres que el sexo sea parte de esa relación? Si has tenido sexo, ¿te gustó?, ¿quieres intentarlo de nuevo?

García detalla que muchas personas se ven forzadas a realizar prácticas sexuales por presión de la sociedad, lo cual puede llegar a afectar su salud emocional.

Por ello, es importante conocerse y saber lo que nos gusta y disgusta. “La sexualidad es dinámica, no es estática. El hecho de que yo diga hoy ‘soy asexual’, no quiere decir que seré asexual toda la vida. Puede que esto sea momentáneo o que se esté pasando un periodo de adaptación”, aclara.

Dentro de la identidad asexual están también las personas que no sienten deseos de tener una relación romántica. A estas personas se las denomina asexuales no románticas.

García añade que es posible tener relaciones saludables, que estén basadas en acuerdos. Eso requiere de una comunicación honesta y frecuente. Hay personas asexuales que no se sienten cómodas con la penetración, masturbación o sexo oral, pero sí disfrutan o están más abiertas a otras muestras de contacto físico, como los besos y los abrazos. A otras personas, ni siquiera los besos les llaman la atención.

“Hay que dialogar con la pareja. Ser asexual o tener otra orientación sexual no es nada malo, son gustos y preferencias y deben ser respetados”, finaliza García.