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Buena Vida

La mujer ha estado en varias facetas.Canva

Crónicas del cuarto rojo: Cuando por dentro habita una santa y una 'brinquilla'

Una mujer cuenta su experiencia estando en varias facetas dentro de una relación sexual

La dominante y la tántrica, la “brinquilla” y la santa. La buena y la mala. Siento que en mis relaciones íntimas, una mayor parte del tiempo giró en torno a estar de un lado o del otro, de ponerle un toque audaz y, otras veces, portarme como la sociedad dice que es lo correcto para una dama.

Es como si todo el tiempo hubiese tenido que elegir de qué lado estar, como si dentro mío no pudiesen convivir ambas facetas: Si soy tántrica, también puedo mostrar mis sombras con la dominación, y si soy buena también puedo sacar un lado de loba sexual (un poco al estilo Shakira aunque no tengo esas caderas).

¿Será que si nos van poniendo carteles botamos ese papel? ¿O será que realmente estamos siempre de un lado o del otro?

Hoy a mis treinta entendí que si nos tomamos al sexo como un juego placentero, está bien explorar lo que mejor nos da el placer.

Y para eso hay que tener una cita con nosotras mismas para sacar todo y encontrarnos con esa otra parte. Cuando la despertamos sale ese “otro yo”, sale la fetichista, la amorosa o la dulce. Lo aceptamos e integramos.

Y así, en esa búsqueda me encontré: soy una y otra, pueden convivir en armonía ambas facetas.

De un lado soy la trabajadora, la que todo lo puede, y del otro, soy la que va a un sex shop, la que habla abiertamente temas de sexualidad, la que impulsa el sexo tántrico, la loba que obtiene su propio alimento para estar por elección y no por dependencia emocional, la que trabaja mucho en el amor propio y no cree en el amor romántico cual cuentito.

Algunas personas verán solo lo que le queremos mostrar y solo unas pocas van a encontrarse con todo nuestro ser bajo sábanas. Pero ahí y solo ahí en esa integración es en donde puedo transitar el ser yo misma, donde agarre todas mis partes y las una.

Hay varias formas de acercarse a la pareja en la intimidad.Tint Media

Así que si sientes que estás en un momento en el que vives tu sexualidad como una máquina y pasó a ser más una rutina en agenda que un momento de placer, o si crees que hay algo de lo que estás haciendo o que te está pasando que no permite que saques tu esencia, te propongo hacer un stop y a la vez un trabajo interno.

El objetivo es que podamos liberarnos de los prejuicios en la cama y que cada vez que vayamos a compartir intimidad con alguien pensemos en que lo que hagamos sea porque realmente así lo queremos y no porque a la otra persona le va a gustar. La loba y la dama, juntas son mejor.

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