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Buena Vida
Cosquillas en la cama a la hora de cuerpear
El tickling es una práctica que consiste en llegar a la excitación por medio de toquecitos suaves. Según la sexóloga July Ruiz no causan risa, sino placer. Son el camino al orgasmo.
Entre las sábanas todo se vale. ¿Cosquillas?, ¿por qué no? Aunque el tickling es una práctica sexual poco conocida, con el uso de plataformas digitales va ganando terreno. Laura Ponce no había escuchado del tema, pero acepta la propuesta de EXTRA de experimentar con su novio y contar su historia. “No me parece tan descabellado jugar con esto para llegar al placer”, precisa.
Aunque no se trata de un método para alcanzar el orgasmo, la sexóloga July Ruiz explica que este juego erótico forma parte del proceso para encender la pasión.
La confianza y la comunicación son dos reglas básicas a la hora de jugar. “Se debe crear códigos para saber cuándo subir y cuándo bajar la intensidad”, explica.
Las yemas de los dedos tienen protagonismo en esta práctica. Sirven para rozar, acariciar y causar ese “hormigueo” ideal para complementar la excitación, describe.
Pero no solo las manos son útiles en el calentamiento. La especialista detalla que en la habitación –que debe estar ambientada con una música sensual– se puede jugar con plumas, vendas, vibradores y hasta objetos fríos. “Por ejemplo, una frutilla o chocolate”.
La acción
Laura hizo su primer intento. No le fue nada mal. Descubrió que la parte detrás de las orejas es la parte más sensible que tiene su novio. En ella es el vientre. “Fue divertido porque nos prendió, pero también nos reímos. Usamos plumas y unas espigas”, indica.
Y ese, según el psicólogo César Vallejo, es el objetivo: que la pareja se conozca de una forma más íntima y que pase un buen momento. “Cuando todo está dentro del marco del respeto es adecuado y nutre la relación”, acota.
Cualquier fantasía debe ser consultada antes de ponerla en ejecución. Aunque el tickling es una de las prácticas sexuales más suavecitas, coinciden.
CONSEJOS
1. El término técnico para esta práctica es knismolagnia. Estas cosquillas ligeras son un tipo de fetichismo sexual.
2. No se trata de producir malestar en el otro. El tickling busca erizar la piel y activar centrales nerviosas que llevan a la persona a sentir placer. Si lo hace de forma muy brusca reducirá la líbido de su pareja. ¡Pilas, no sea tosco!
3. La especialista explica que el tickling ayuda a dejar de lado la monotonía y genera vínculos más profundos en la pareja. Además, mantiene encendida la llama de la pasión.
4. Antes de experimentar con las cosquillas eróticas coma ligero, porque podría sufrir de gases en pleno ‘cuerpeo’ y ‘cortar la nota’.