Buenos días doña Esperancita, mi nombre es Álex, tengo 34 años y soy de Guayaquil. Mi esposa tiene 28 años. Ambos decidimos vivir en casa de sus padres por motivos de la pandemia y también para poder ahorrar dinero, el único problema es que mi suegra se mete en todo. Es posesiva, nos pasa controlando el horario de entrada y salida de la casa, es decir, no nos deja en paz ni un solo momento. Mi mujer no tiene carácter, ella se deja llevar por lo que dice la madre y no me hace caso. Tengo dos hijos de un anterior compromiso y a veces mis niños me quieren visitar o pasar un rato conmigo, pero enseguida sale mi suegra con su cara de amargada y hace comentarios negativos. No puedo tener discusiones con mi mujer porque esta señora se inmiscuye y no me deja ni reconciliarme. A la hora de la intimidad tenemos que irnos a un hotel, porque allí no se puede tener tranquilidad y a los dos nos duele la cabeza. No deseo separarme de mi esposa, pero estoy seguro que es lo que más quisiera la madre. Le pido un consejo para ver qué debo hacer.

RESPUESTA

Al que le falta carácter es a ti. Cuando uno se casa o hace de compromiso tiene que independizarse y vivir sus propias experiencias. Si la idea de irse donde tus suegros fue de tu esposa es porque sufre de “mamitis”, pero si fue tuya entonces eres un cómodo. Y más aún si llevas a tus hijos a una casa ajena, que no te pertenece. Claramente, hiciste mal las cosas. Recuerda que una suegra es una madre en potencia, y mientras vivan de arrimados tendrán que acatar órdenes y obedecer reglas. Lo que tienes que hacer es formar tu propio hogar, si tu mujer te quiere te seguirá donde sea. Vivir aparte es una decisión que se toma entre dos, dile que no te sientes bien allí y que es hora de moverse a otro lugar donde tengan privacidad y libertad de hacer cosas de pareja. A veces es mejor tener a la familia de lejos, así se evitan tropiezos y disgustos. Si no tienen para comprar una vivienda busquen un departamento de alquiler y empiecen desde cero, tal vez tu suegra cambie de parecer y deje de odiarte tanto. A fin de cuentas, no importa lo que diga la gente, solo sigan adelante y cuiden su matrimonio. ¡He dicho!

Atención: Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. Cuente su historia a donaesperancita@granasa.com.ec o puede enviar mensaje al WhatsApp 0990214407.