Buenos días estimada Esperancita, mi nombre es Willy, tengo 45 años y soy de la ciudad de Guayaquil. Mi historia es muy penosa. Soy transportista y hace varios años conocí por medio de mi trabajo a quien fue mi exmujer. Desde el inicio me recalcó que era viuda, pero quería rehacer su vida con un hombre de buenos sentimientos. Así que decidí formar una relación con ella. Poco a poco me fui dando cuenta de que no era la persona que me hizo creer; me traicionó y fue infiel varias veces, pero lo peor de todo es que me contagió de VIH. Lamentablemente me enteré de esto cuando ya era tarde. Descubrí cosas muy oscuras acerca de su vida pasada, entre ellas, que su difunto esposo había muerto a causa del sida. Tomé la decisión de separarme tan inmediato como lo supe, me decepcioné terriblemente de ella, pues todo el tiempo que pasamos juntos me estuvo ocultando la verdad. Actualmente tiene 42 años y aunque no parece que estuviese enferma, sé que sigue contagiando a más hombres, especialmente del gremio de conductores. No le importa ir en contra de la vida y la salud de los demás. Yo la denuncié, llevé mi caso a un juicio, pero para mala suerte la perdonaron, nunca la mandaron presa. Le cuento esto como un medio de desahogo, porque esa mujer es muy malvada y no quisiera que otros corran con el mismo destino que yo...

Respuesta:

Willy, déjame decirte que la acusación que haces es muy grave, pero asumo debes tener las pruebas suficientes para emitir aquello. Es una situación bastante delicada; lamentablemente hay cosas que pasan sin que uno las espere… Según lo que pude oír en tus audios, se te nota cansado y decaído. Probablemente estés luchando contra los estragos de la enfermedad, o tal vez la carga emocional te esté perjudicando. Pero no temas, ante todo confía en Dios y en su poder. La ciencia ha avanzado mucho y hoy en día si eres portador de dicho virus puedes llevar una vida relativamente normal. No te sugestiones, más bien declara sanidad en ti y en los que te rodean. Las pruebas por más duras que sean, siempre son para mejorar, para que haya un verdadero cambio en nosotros. Lo que te puedo aconsejar es que te desligues de ese odio y rencor que llevas dentro. Esa energía negativa guardada se apoderará completamente de ti y te terminará destruyendo. Mejor perdona a esa persona y sé libre de una vez. El mal que se hace en la tierra, tarde o temprano se paga... Recuerda que Dios es un ser de justicia y de fuego consumidor, por ende, la venganza es suya y no nuestra. Pero debemos primero perdonar para ser perdonados también. No lo mires como una desgracia, sino como una oportunidad para acercarte más a tu Creador. Espero sanes todas tus heridas pronto. ¡He dicho!

Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. Cuente su historia a donaesperancita@granasa.com.ec o puede enviar mensaje al WhatsApp 0990214407.