Hola, doña Esperancita, me llamo Anita, tengo 24 años y soy de Guayaquil. Le escribo porque necesito un consejo. Hace 2 años aproximadamente, me enamoré de alguien que conocí cerca de mi casa, o mejor dicho un vecino. Él es 8 años mayor a mí, aunque al inicio me ocultó su verdadera edad. Me uní a él siendo virgen, es decir, fue el primer hombre en mi vida. Quedé embarazada y mi mamá me dijo que me fuera con él porque debía hacerse responsable. Sin embargo, él no estuvo de acuerdo en vivir aparte, así que me llevó a la casa de sus padres. Al principio todo era amor y cariño, pero después empezó a sacar las garras; lo digo porque descubrí que toda su vida era una mentira. Él decía que era profesional, pero nunca terminó su carrera, y de paso no quería que estudiara, ni me superara, sino que estuviera encerrada. Pasaba todo el día en el trabajo y llegaba de noche solo a dormir. Cuando tenía libre se iba con sus amigos y me dejaba sola con la niña. Nunca se quedaba conmigo. Hasta que me cansé y decidí buscar un empleo para no depender de nadie. Días después me enteré que me estaba poniendo los cachos con una compañera de trabajo. Le reclamé y desde ahí la relación se vino abajo. Un día tuvimos una discusión y me botó de la casa con todas mis cosas, solo para meter a su amante allí… Ahora vive con ella felizmente y su familia le alcahuetea eso… ¿puede creerlo?

Respuesta:

A veces la realidad supera a la ficción... Leo tu caso y parece un relato de telenovela turca. Pero no te sorprendas, porque peores cosas pasan en la vida… Primero dale gracias a Dios porque abriste los ojos a tiempo. Al menos te diste cuenta de que dormías con el enemigo. Ese tipo es un mitómano, además un infiel. Talvez solo le conoces una amante, pero no sabes con cuántas más te habrá engañado. Como marido no sirve, y veo que como padre tampoco… Ahora lo que te corresponde hacer es poner la respectiva demanda de alimentos para que se haga cargo de su parte como progenitor. Haz de cuenta que te separaste definitivamente y no pienses volver nunca más, así te lo pida más adelante. No se trata de no perdonar, sino de darte tu lugar de dama. En cuanto a su familia qué te puedo decir… hay quienes apoyan la sinvergüencería de sus hijos sin remordimiento alguno. Recuerda que todo viene desde la mano que mece la cuna. El mundo está lleno de impíos e injustos, dice la palabra de Dios. Pero no te detengas por nadie. Continúa con tus estudios, trabaja fuerte para que obtengas las cosas que quieres, hacerlo por ti misma será tu mayor satisfacción. Ten por seguro que llegará la persona indicada para ti. Tendrás tu momento de reflexión y sanación. Solo enfócate en ser feliz junto a tu hija. La decisión es tuya. ¡He dicho!

Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. Cuente su historia a donaesperancita@granasa.com.ec o puede enviar mensaje al WhatsApp 0990214407.