Me llamo Daniel, tengo 26 años. Me casé a los 20, y en lo que respecta a mi matrimonio me va bien, pero le cuento que durante todo este tiempo le he sido infiel a mi esposa, por dos ocasiones. La primera vez que lo hice fue en mis primeros meses de casado, tuve relaciones sexuales con mi exnovia, ya que ella me buscó y me dijo que quería tener una última “despedida” conmigo, y yo terminé cediendo a sus deseos. Luego conocí a otra persona, a quien al principio no le interesó que estuviera casado, pero después comenzó a presionarme para que tengamos algo serio, lo cual no estuve de acuerdo en hacer, porque realmente amo a mi esposa. Ambas tienen su hogar, y pues no terminé bien con ninguna de las dos, eso creo. El problema es que yo a veces suelo pensar en una, y otras veces en la otra, y a la misma vez, sueño con volver a estar con las dos. Sé que talvez haya un problema en mí, sin embargo, jamás he dado sospechas de mis infidelidades, porque sé cómo hacer mis cosas. Aclaro que son las mujeres quienes me buscan, y yo lo que he hecho es acceder. Deme alguna recomendación para ya no ser así. Gracias.

Daniel, a lo mejor crees que eres un donjuán, pero no es así querido, no te sientas especial. Lo que estás haciendo es un acto de sinvergüencería, ya que estás engañando a una mujer. No has sido sincero con ella, mucho menos has valorado el matrimonio, así que no vengas a decir que tu relación marital va bien. Estás jugando con fuego y te vas a quemar. Recuerda que entre el cielo y la tierra no hay nada oculto, y tarde o temprano se sabrá la verdad. Si lo haces una vez, lo harás dos y más veces. No te veo tan arrepentido, más bien con ganas de seguir experimentando con tus dos ‘amiguitas sexuales’. Infidelidad es infidelidad; no trates de escudarte al decir que eres perseguido por las mujeres, porque no eres ningún inocente, la culpa la tienes solamente tú. Si no te sientes a gusto con tu pareja, es mejor que se lo digas de una vez, para que en un futuro no haya problemas de mayor índole. Ponte en los zapatos de una persona engañada y medita si te gustaría que te hicieran lo mismo a ti, seguro que no. Entonces recapacita y empieza por enmendar tus errores. Lo mejor que puedes hacer es alejarte de aquellas aventuras peligrosas y seguir adelante con tu esposa, si dices amarla pues hazlo. Todos podemos caer, pero tropezar con la misma piedra es cosa de necios. ¡He dicho!

Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. Cuente su historia a donaesperancita@granasa.com.ec o puede enviar mensaje al WhatsApp 0990214407.