Le escribo para consultarle mi caso. Me llamo Mildred, tengo 26 años y soy de Guayaquil. Tengo un esposo, pero es como si no lo tuviera, ya que nunca está pendiente de mí. Él tiene 39 años y se dedica a la medicina, pero, a decir verdad, pasa más tiempo en lo suyo que conmigo. En sus ratos libres no me busca, no me hace cariños ni detalles, como suele suceder con otras parejas. Soy muy ardiente y a veces le pido ir a la cama, pero me ignora. Es bastante frío; hay días que me le insinúo, me visto muy sexy para él, y ni siquiera me toca… Hasta ahora no me ha hecho sentir que soy especial en su vida. Yo lo amo y he aguantado su falta de atención porque no quisiera separarme de él. Más bien, sigo esperando que cambie su forma de ser. Lo único que deseo es que esté más pendiente de mí. Aunque ya me siento cansada de lo mismo. Por ese problema hemos discutimos frecuentemente, porque no me da el tiempo que merezco. Incluso cuando le escribo me deja en visto y no me responde, sino hasta cuando le da la gana. No sé qué hacer, quisiera que me ayude a descifrar lo que está pasando. ¿Qué me aconsejaría?

Respuesta:

Qué te puedo decir, hijita. Una de dos, o tu marido pasa realmente ocupado, o juega para el ‘otro equipo’. Tienes que hablar seriamente con él; debe haber una razón de peso para que no te toque ni siquiera en sus ratos libres. Por lo general cuando un hombre se siente fatigado, suele quitarse el estrés en la intimidad, pasando un rato de placer ya sea con su novia o esposa, incluso con su amante (en algunos casos…). Por eso deberías averiguar qué es lo que está pasando con él. Eres joven, por lo tanto, no es normal que no sienta deseos de estar contigo. Algo debe estar sucediendo y no tienes que quedarte con la duda, esperando sentada a que la verdad llegue a ti. No creo que quieras ser un adorno en la casa por el resto de tus días. “Las cosas claras y el chocolate espeso”, es mejor ir de frente, ya que estos temas se prestan para malentendidos. Además, están en juego tus sentimientos. No es correcto que estés comprometida tú sola, amando a una ‘piedra’. Una relación de pareja es bidireccional, por ende, debe haber respuestas mutuas. Si te llegases a enterar de algo negativo, pues la decisión es tuya. Espero que todo mejore... ¡He dicho!

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