Me llamo Xavier, tengo 42 años y le escribo desde Los Ríos. Estoy unido con mi mujer desde hace más de 10 años. Todo marchaba con normalidad, pero de un momento a otro cambió su forma de ser conmigo. Ha empezado a salir muy seguido, según menciona, va donde sus padres, sin embargo, un día llegó con marcas rojas en la espalda, me pareció algo muy raro, pero preferí no decirle nada. Desde aquel día comencé a tener sospechas sobre lo que hacía cuando se iba. Ya no me acaricia ni quiere hacer el amor conmigo. A veces tengo que rogarle para que tengamos sexo. Solo pasa chateando en celular y a mí no me toma en cuenta. Le he preguntado si ya no me quiere, pero no dice nada, todo lo calla. Es más, creo que nunca me va a decir la verdad. La otra vez revisé su teléfono en un descuido suyo; lo tenía con clave, pero logré desbloquearlo. Había un mensaje que decía “Te espero hoy, amor”. También vi que se había tomado fotos muy sensuales, en ropa interior y las había enviado en ese chat. Le respondieron que se la veía hermosa. No seguí revisando para que no se diera cuenta. Pero ahora sé que algo malo está pasando. Solo quisiera saber si de verdad tiene a otro. Amo demasiado a esa mujer, pero me está engañando. Si es así, tendré que dejarla, aunque me duela mucho…

Respuesta:

Dicen por ahí que ojos que no ven, corazón que no siente… pero en tu caso, ya lo has visto todo. Tuviste la sospecha de un engaño y posteriormente la evidencia en tus manos. Si tu mujer no tiene las agallas para decírtelo, tampoco la puedes obligar. Tienes que aceptar que tu relación se marchitó, de lo contrario vivirás amargado el resto de tu vida. Es mejor pensar las cosas con cabeza fría y actuar con madurez. En este mundo nada es para siempre, todo tiene su tiempo y su proceso. No acudas a la violencia, simplemente toma la decisión de separarte y te evitarás pasar malos ratos. A veces las personas saben lo que está sucediendo en la relación, pero hay quienes se aferran a su pareja permitiéndoles cosas que no están bien, con tal de que no los dejen. La verdad no creo que te guste la idea de ser cachudo, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver… Estás a tiempo para volverte a enamorar y rehacer tu vida con alguien que te quiera de verdad, una mujer que se acople a tu manera de ser, y no tengas que rogarle atención y cariño. Las malas acciones traen consecuencias que tarde o temprano se tienen que pagar. Así que no te preocupes, todos tendrán la lección que se merecen. Un fracaso, es una nueva oportunidad… ¡He dicho!

Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. Cuente su historia a donaesperancita@granasa.com.ec o puede enviar mensaje al WhatsApp 0990214407.