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Conoce al ‘poliprofe’, un agente del orden que enseña a niño con discapacidad auditiva
Desde marzo, el policía Ángel Viteri, visita en la Isla Trinitaria a Joel, de seis años, quien gracias a sus clases se comunica con los demás de manera más fluida.
Participar en un peligroso operativo policial y detener a infractores de la ley es parte de su día a día, pero luego de culminar su jornada laboral en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de Los Esteros, el policía Ángel Viteri, de 32 años, acude dos o tres veces por semana a la casa de Joel, su ‘alumno’ de seis años, quien nació con 65% de discapacidad auditiva.
Unos 15 minutos se hace desde el UVC hasta la Isla Trinitaria, en la Cooperativa Antonio Neumane, donde vive el menor con su madre Casilda Fernández y sus ocho hermanos, dos de ellos, también con discapacidades (intelectual y de movilidad).
Al inicio de la pandemia, la Policía Comunitaria asistió a familias de escasos recursos y es en este servicio que Ángel conoció al pequeño y se enteró que él no sabía cómo comunicarse con los demás, razón por la cual el uniformado decidió convertirse en su maestro de lenguaje de señas.
El ‘poliprofe’ le enseña el abecedario, ‘mamá’, ‘hermano’, ‘buenos días’, ‘gracias’ entre otras palabras, a través de gráficos que él mismo selecciona e imprime o con figuras en fómix. Todo el material de estudio es proporcionado por el tutor, quien más adelante implementará otras herramientas pedagógicas como videos, plastilinas, etcétera.
Reconoce que ha visto una gran evolución en el aprendizaje de Joel, en estos cuatro meses. “Quiero acompañarlo hasta que domine bien este lenguaje, es más estoy viendo la forma para que él ingrese a una escuela que pueda ayudarle con su discapacidad y pueda escolarizarse”, dice.
El agente del orden afirma que por factor tiempo no ha podido instruirse formalmente en alguna escuela de lenguaje de señas, pero indica que desde el 2009 lo ha hecho de manera autodidacta, a través de tutoriales en internet.
Confiesa que al principio le costó interactuar y relacionarse con su estudiante, pues Joel no entendía por qué el policía iba a su humilde vivienda. “Él desconocía la forma de manifestar sus emociones, era un poco cohibido pero con los juegos y uno que otro dulce fuimos rompiendo el hielo. Ahora el niño pregunta cuándo va a visitarlos su ‘profe’, manifiesta doña Casilda, quien dice que su hijo siempre le muestra lo que ha aprendido en clases y las tareas que ha hecho.
Su asistente, Paquito
Pero Viteri no realiza solo esta labor. Paquito Policía, el superhéroe de la institución, es manejado por Ángel, le ayuda a llegar a los niños, de manera pedagógica y psicológicamente. Y en tiempos del coronavirus has sido el portador de consejos de bioseguridad para toda la familia.
“Me gusta llevar a Paquito donde Joel, porque lo divierte y lo hace feliz. Estoy agradecido por la experiencia que estoy viviendo y el Jefe del Distrito Esteros, coronel Kléver Enríquez Chacón, y el Jefe de Gestión Operativa, mayor Alex Puruncajas me han ayudado mucho al respecto”.
Entre ‘pelados’
Vocación y servicio son dos cualidades que posee Ángel, quien desde hace más de un año ayuda como maestro en la escuela dominical de su iglesia. Allí deja salir todo su potencial como maestro, animador, actor. El agente cambia su uniforme negro por prendas de colores vivos. Deja a un lado su casco y esposas para usar las tijeras y mostrar su habilidad manual. Su tono firme de policía se modula armoniosamente en la de un niño, en la de un anciano, al momento de manejar sus títeres, todo lo hace… por amor al prójimo.