Exclusivo
Buena Vida
Comunicar entre pataletas, ¿es posible?
La forma en la que le hablas a tu hijo tiene un enorme impacto en su aprendizaje.
Para que el niño te escuche debes hablarle correctamente. Se podría pensar que las estrategias para comunicarte efectivamente con los niños varían según su edad. Sin embargo, está comprobado que para mantener una comunicación efectiva con cualquier persona, indistintamente de su edad, sexo o condición social, lo primero que debemos buscar es conectar. Así lo define la licenciada en Pedagogía y en Educación Inicial Fasana Sánchez de Solines.
“Debemos conectar con sus emociones, hacerle sentir comprendido, acogido y no juzgado. Al ofrecer un trato amable y empático, la persona está lista para bajar sus revoluciones (en caso de que el niño estuviere en un momento de desborde emocional, con pataletas o berrinches), y una vez calmada puedes proceder a la corrección sin lastimar los sentimientos de nadie”, dice la experta especializada en la Universidad de Navarra, España.
Advierte que cuando se corrige con agresiones (gritos, amenazas o con golpes), solo se conseguirá potenciar los berrinches y malos comportamientos, además de un cúmulo de problemas emocionales y afectivos.
Este camino podría ser el más largo y complejo para resolver el día a día de los niños, que suele estar lleno de luchas de poder y voluntades, pero es el más efectivo y ahorrará miles de pataletas y momentos incómodos, tanto en casa como en la calle. Ellos solo necesitan sentirse seguros del amor incondicional de sus padres.
Recomendaciones:
- Llámalo por su nombre. Cada vez que tengas que decirle algo. Por ejemplo: ‘Marissa (cuando ella deje de hacer lo que está haciendo y te vea) salimos de casa en 10 minutos’.
- Escúchalo. Es una manera de predicar con el ejemplo. Si tú lo escuchas de manera atenta, él también lo hará.
Las claves
La buena comunicación es el éxito. Debes tener paciencia.
Habla de manera clara y específica y evita usar palabras ofensivas. El uso de un lenguaje cordial contribuye a dar un ejemplo positivo a tus hijos.