“Le tengo tanta fe, vengo temprano para agradecerle que en estos años no perdimos a ningún familiar, mientras mis vecinos perdieron a varios por este bicho”, aseguró la devota Rosabel Calle, quien asiste a primera hora a la iglesia de la Concepción para participar de la novena del Señor del Buen Suceso, patrono de Riobamba, capital de la provincia de Chimborazo.

La mujer alcanza una de las últimas bancas desocupadas. Después de dos años de restricciones por la pandemia, en el templo volvieron los actos litúrgicos en modalidad presencial y en cada misa se llena.

El Señor del Buen Suceso es la más grande representación de la fe católica de Riobamba y en esta nueva novena muchos creyentes retornaron a orar ante la efigie, a agradecerle los favores y también a recordar que cuentan con ella por obra divina.

La escultura, elaborada en 1650, es una de las obras más importantes y antiguas del arte religioso ecuatoriano. Tallada en madera policromada ha tenido dos intervenciones para preservarlo.

Las leyendas que rondan en torno a su nombre y creación han pasado de generación en generación entres las familias devotas.

Está registrado que la Reverenda Madre Abadesa del Monasterio de la antigua ciudad riobambeña pidió a un mulato que vaya a la ciudad de Quito a encargar la elaboración de un busto de san José.

El escultor ofreció entregar la obra en pocos días. Pero cumplido el plazo el artista indicó le había sido imposible elaborarla porque cada vez que quería tallar, la madera se volvía tan dura que rompía las herramientas.

Ante aquello, el artesano propuso trabajar un Ecce Homo (que significa He aquí el hombre), la imagen representando a Jesús, humillado, ensangrentado, como lo presentó Pilatos al pueblo.

Cuando el escultor empezó a trabajar, la madera se le puso blanda y fácil manejar. Faltaba poco para terminar la efigie, pero aquí otro de los hechos sobrenaturales que siguen vigentes. Una noche, el taller apareció tan iluminado y pensando que se trataba de un incendio, los vecinos rompieron las puertas. Al entrar, vieron una hermosa imagen terminada y con todas las llagas del Ecce Homo.

El asombro se apoderó de los vecinos y la noticia corrió por toda la ciudad. Muchos sacerdotes se propusieron llevar la obra a alguna iglesia, pero la efigie se ponía extremadamente pesada y no la podían mover.

Entre la multitud llegó quien tenía el encargo de llevar la escultura y gritó “a Riobamba, Señor, a la Concepción de Riobamba”. Entonces, en presencia de todos, la imagen adelantó un pie como en señal de aceptación, cuenta la leyenda que está registrada en documentos manuscritos.

Inmediatamente, el hombre tomó la figura en brazos y lo cargó solo hasta su destino. Por este hecho se lo denomina El Señor del Buen Suceso.

Desde entonces se propagó la devoción y cada año esta representación de Cristo atrae a miles de riobambeños.

Una vez al año es sacada del templo

La única vez que la imagen es sacada de su templo para realizar la procesión es en cada Martes Santo, día de su fiesta. Este martes 12 de abril de 2022 será un nuevo recorrido.

En esta fecha se paraliza la ciudad, porque miles de concurrentes participan de este acto penitencial y se vuelcan a las calles para demostrar su fe.

Además de la efigie del Señor del Buen Suceso, instituciones, cofradías, hermandades y santos varones llevan las imágenes de los diferentes pueblos de Chimborazo de la distintas advocaciones de la Virgen María y de Jesús, así como de varios santos. Este día de fiesta se ve un desfilar de imágenes.

Esta procesión data de más de 368 años. Según el Ministerio de Turismo, es la más antigua del Ecuador. Supera, en siglos, a las que se realizan en Guayaquil y Quito.