El olor de los naranjos se percibe desde que se pisa tierra calumeña. Por los extensos cultivos de esta fruta le han dado el título de ‘Capital de la naranja’ a Caluma, el séptimo cantón de la provincia de Bolívar.

Pero a más de sus jugosas naranjas, esta localidad bolivarense atrapa por su belleza natural que pinta escenarios propicios para hacer turismo y practicar algunos deportes extremos, por contar con cascadas y ríos.

Este cantón es propicio para visitarlo en familia, entre amigos o solo. Se ubica al occidente de Guaranda y por su clima subtropical se lo puede disfrutar en cualquier época del año.

“Desde mayo a septiembre la temperatura está entre 20 a 24 grados y de octubre hasta abril se mantiene entre 24 a 28”, cuenta Pedro Cabrera, emprendedor que promueve rutas para recorrer por los afluentes, bosques y cascadas de esta localidad.

Entre los lugares más promocionados de Caluma están: la cascada de Plomovado o Velo de Novia, cerro de Naranjapata, Cerro del Borracho, Cascada del Triunfo, Cerro Samana, Cascada La Chorrera, Bosque Protector Piedra Blanca y Cascada Tres Pailas.

Los devotos de la Virgen María Auxiliadora pueden recorrer la iglesia y conocer la historia del santuario del Valle.

El alcalde Ángel Suárez expresó que en el cantón han diseñado planes para fortalecer el turismo, ya que cuenta con recursos naturales.

En Bolívar hay variadas opciones para la distracción como caminatas, cabalgatas, observación de fauna o zambullirse en sus ríos.

FUSIONAN COMIDA

Así como las cascadas y frutales atraen a los visitantes, la gastronomía también tiene lo suyo. Aquí ofrecen fusiones de comida andina, costeña y amazónica, como por ejemplo, el maito de pescado que lo cocinan con carbón y cubierto con hojas de plátano.

La tonga de gallina, la fritada, chigüiles, aguado de gallina y las tortillas de maíz no pueden faltar en la mesa de los calumeños.