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Buena Vida
¿Cómo ser un buen amigo para una persona con TDAH?
Entablar una amistad con una persona con esta condición no es tan difícil. Solo necesita conocer las tres claves importantes.
La mejor forma de encontrar felicidad en la vida es con amistades verdaderas, pero las personas que sufren del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) suelen tener dificultades para mantener a sus amigos.
Es probable que los comportamientos de una persona que tiene esta condición sean tomados como signos de malcriadez, pero esto dista mucho de la realidad.
Yanel Cruz, profesional en psiquiatría infanto-juvenil con investigación en TDAH del centro NeuroLogic International, explica que primero es necesario entender los tres pilares fundamentales: la hiperactividad, que es confundida con indisciplina; la desconcentración, que se la puede identificar cuando un niño no puede concentrarse en una sola actividad por mucho tiempo; y la impulsividad, que se manifiesta cuando el menor tiene reacciones exacerbadas en situaciones que pueden ser controladas con facilidad.
El rechazo perjudica su vida
El desarrollo de los niños con TDAH está ligado a la crianza y a la sociedad. “Ellos en la vida diaria no están tranquilos, son muy desordenados, lo pierden todo, cambian de una actividad a otra y hablan sin parar, porque estas son las formas de liberar su energía”. Y justamente es por estas acciones que ellos son rechazados por la sociedad. Ya sea en la escuela, con sus amigos o en su casa.
Sin embargo, estas reacciones solo harán que empeore su condición. Les crea la sensación de ser inútiles o malos, cuando simplemente lo que sucede es que son chicos y chicas que no saben manejar esta situación. Mucho cuidado, porque a futuro pueden desarrollar trastornos emocionales, enfatiza la especialista.
Un chico con TDAH es una persona sociable, pero si se ven contaminados de malos sentimientos tratarán de alejarse o de evitar por completo las relaciones interpersonales, por temor a volver a ser excluidos.
Así es un buen amigo
- Empático. Comprende las emociones y sentimientos de su amigo con TDAH. Se interesa por conocer qué puede afectarle y está atento a las posibles reacciones.
- Lo acepta como es. No intenta cambiarlo, porque esa no es la solución, puesto que así nació. Lo que sí puede hacer es ayudar a modular ciertos comportamientos mediante la enseñanza. La aceptación es un paso esencial a la hora de entablar amistad con quien presenta TDAH.
- Lo respeta. Todos merecemos la misma consideración y respeto.
Conoce más
- “Quienes tienen TDAH son muy buenos amigos, susceptibles, con sentimientos profundos y soñadores. Todo lo que ellos mentalizan lo tratan de conseguir porque son perseverantes”, explica la psiquiatra.
(Te invitamos a leer: Una guía para el adulto mayor)
El TDAH se lo diagnostica en la edad escolar (a partir de los tres años).
El TDAH tiene una carga genética, por lo tanto es probable que si un padre lo tiene, los hijos puedan tenerlo. O si un hijo nace con esta condición, es probable que el siguiente también pueda manifestarla.
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