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Buena Vida
¿Por qué viernes negro y no blanco?
De inicio la fecha no es racista, revisa esta breve historia del día de descuentos favorito del año.
Black Friday en la despensa. Black Friday en la tienda de ropa favorita. Black Friday hasta en la sopa. Dicho inglés la fórmula de ambas palabras hasta suena bonita, pasada al español como Viernes Negro, la cosa cambia.
¿Pensaste en racismo?
La buena noticia es que nada tiene que ver con eso. En 2013 se corrió el rumor de que se trataba de un día comercial que nació con rebajas de esclavos en el siglo XVIII. Falso. No pasó de un rumor.
El único lugar donde sigue sucediendo esto es en Libia. Una investigación hecha por CNN demostró cómo en este país de África del Norte se siguen subastando personas. Allí las ofertas y el gran comercio relacionados al Black Friday están lejos de aparecer.
Bueno ¿Y por qué no se lo llamó ‘blanco a ese viernes?
Sucede que los descuentos del último viernes de noviembre son un azar. Podría decirse que inició en Estados Unidos con el festejo y la necesidad de comprar que trae el Día de Acción de Gracias, pero no. Está vinculado, sí.
Que sea negro y no de otro color se debe a dos cosas: luego de los desfiles por la celebración agradeciendo por las cosechas buenas del año y esperando unas igual de generosas para el siguiente, —de allí lo de Acción de Gracias— la búsqueda de regalos iniciaba.
Los negocios advirtieron eso. Según la revista española La Vanguardia, el nombre de Black Friday se originó en Filadelfia. En ese país denominan así al tráfico intenso y eso era lo que sucedía con la aglomeración de compradores en esa fecha. El tránsito vehicular y de peatones estallaba y estalla.
La segunda cosa para elegir que sea un viernes negro fue que luego de promocionar ofertas, los locales experimentaban una salida de sus cifras rojas a las negras, que ya era muestra de estabilidad financiera.
Los Viernes Negros no siempre fueron emocionantes
Hay tres fechas antes de los despilfarradores viernes negros que existieron y fueron sinónimo de tragedia. La primera se originó con la especulación del oro en Estados Unidos, una guerra de precios que significó una crisis económica. Allí tienes: un Viernes Negro.
Este video de TikTak Draw resume la historia de este fenómeno comercial en 5 minutos:
La otra opción: no comprar nada
Como las compras levantan necesidades superficiales, Ted Dave como artista y fotógrafo canadiense, alienta desde 1992 a no comprar nada. Es decir, a darle las espalda a las promociones y las megas rebajas enloquecedoras de billeteras. El eslogan es ‘Buy Nothing’.
Esta propuesta también le hace un guiño a las islas de basura, una realidad en algunas partes del océano donde la cantidad de plástico supera extensiones tan grandes que llegan a ser como una ciudad. Comprar sin sentido ayuda incrementar el plástico y los desperdicios.