¿Usar tu Android para visitar páginas de contenido para adultos? Tal vez quieras pensarlo de nuevo. Sí, mejor ‘métele mate’ más de una vez porque la compañía rusa Kaperski Lab reveló que varios tipos de malware —o los virus que buscan infectar tus dispositivos— usan el ‘porno’ como carnada para atraparte.

La empresa de seguridad cibernética —explica esta publicación en su sitio web— se ha dedicado a estudiar la actividad de los ciberdelincuentes que emplean pornografía como un señuelo, desde “el primer día que hubo contenido en línea para adultos”.

El pasado 31 de enero, compartieron sus hallazgos más recientes en una publicación denominada ‘Naked online: cyberthreats facing users of adult websites and applications’ (Desnudo en línea: amenazas cibernéticas que enfrentan los usuarios de sitios web y aplicaciones para adultos). A través de esa investigación se dio a conocer que en 2017 al menos 1,2 millones de usuarios encontraron softwares malignos disfrazado de ‘porno’ en al menos en una ocasión.

¡Pilas! Eso es el 25.4 % de todos los usuarios que encontraron cualquier tipo de virus de Android. Y los expertos descubrieron un total de 23 tipos de virus diseñados para ese sistema operativo. Adivina... Todos empleaban contenido erótico como un truco para ganarse el clic de sus desprevenidas víctimas.

Y es que cuando se trata de malware que se vale de esta trampa —una muy común, por cierto— para inducir a la instalación de un programa dañino, “el panorama de amenazas de Android es mucho más vívido que el de otros equipos de escritorio”.

Pero... ¿qué tipo de virus podría atacar tu teléfono?

Si usas tu celular para entrar sitios web para adultos o descargar apps de ese tipo podrías toparte no solo con imágenes y vídeos eróticos, también con clickers (malware de suscripción WAP), troyanos bancarios, ransomware, troyanos de rooting, malware de SMS premium, suscripciones pornográficas falsas y más.

Los troyanos de Android “utilizan activamente temas pornográficos, generalmente distribuidos a partir de sitios pornográficos falsos a los que aparentemente se redirecciona a los usuarios mediante publicidad en sitios genuinos”, publica la empresa en su página web.

Según Kaperski, el motivo de las dudas en torno a la difusión es que “la redirección depende de muchos parámetros (por ejemplo, el operador de telefonía móvil, el país, el tipo de dispositivo, etc.), lo que hace extremadamente difícil reconstruir la ruta completa del usuario. Además, cada uno de los servidores de publicidad en la cadena de redireccionamientos puede cambiar la publicidad en cualquier momento. Como resultado, cada vez es más difícil rastrear a los intrusos”.