Allison Anangonó es conocida en el mundo artístico como Alhí. La quiteña, de 26 años, canta jazz, rap, neo soul, hiphop y busca tener la misma suerte de Jennifer Lopez, quien es sinónimo de éxito y hoy disfruta de su fortuna. Pero JLo antes de su fama fue pobre y su panorama era desalentador, pero nunca perdió la brújula. Vivió en el Bronx, un condado de la ciudad de Nueva York, conocido por sus problemas de prostitución y drogas que proliferan en el área.

Asimismo, Alhí vive en La Roldós, un barrio quiteño donde hay vicios e inseguridad. Cuando habla del tema lo hace con humildad. “En mi barrio hay ladrones, gente mala, pero también hay soñadores como yo. Sabemos que vivir ahí no nos limita y seguimos luchando por nuestras metas. Todavía no vivo de la música”, dice la cantante quiteña.

Sin embargo, una manera de “agradecer a Dios” por su talento es cantar gratis para las obras sociales y fundaciones.

¿Qué harás cuando ganes tu ‘primer millón’ como dice Bacilos?

Le construiría una casa a mi mami (Maritza Rodríguez). Ella lo ha dado todo por mis hermanos y por mí. Cuando eres agradecida, la vida y Dios te dan más.

¿Qué diferencias hay entre Allison y Alhí?

Soy Géminis, por lo tanto tengo doble cara. Allison fuera del escenario es una joven atenta, formal y respetuosa. Y Alhí es loca y extravagante.

¿Cómo es el look de Alhí?

Mi estilo es rayado y loco. La atención siempre estará en mi pies, utilizo botas. Y en mi pelo.

¿En qué inviertes más?

En botas. Cada vez que las uso me siento empoderada.

¿Cómo ves el apoyo al talento ecuatoriano?

Todavía nos falta. En mi caso, por ser mujer y negra es más difícil llegar a la meta.

Interpretados en inglés, tus géneros musicales también sonarían bien. 

Me quedo con el español. Si canto en inglés pierdo mi esencia.

Un defecto...

Tengo muchos, pero destaco dos: hablar y reírme demasiado.

Háblanos de tu nueva canción.

Se llama ‘Ya no’. Habla sobre una relación en la que ella le dice a él que ya no quiere recibir nada a medias y le reclama.

¿En qué te inspiras para escribir?

En las historias de mis amigos. Cuando alguien me cuenta algo, le hago canción y es una manera de decirle: “¡Ey, amigo date cuenta!”.

¿Cómo está tu corazón?

¡Bien cuidado!

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