La aparición del virus pandémico ha cambiado la forma de reuniones sociales, pero eso no significa que tú y los tuyos dejen de celebrar la Navidad, el nacimiento de Jesús.

Que este día sea la oportunidad en la cual se una más la familia para agradecer a Dios, pese a todo lo vivido.

También es la ocasión ideal para sostener emocionalmente a quienes les cuesta más enfrentar la situación y los efectos que ha dejado la COVID-19: muertes, desempleos, tensión extrema por pensar que puedes transmitir el virus a uno de tus seres queridos, etcétera, señala la psicóloga clínica y terapeuta familiar, magíster Cecilia Bayas Arellano.

“Primero hagan un análisis de la situación actual de la familia y vean en qué proceso están: duelo, hospitalización de algún miembro, cómo están su economía y sus emociones. Reconocer que reunirnos no es una opción, sino con las condiciones de seguridad del caso”, manifiesta la experta en salud mental.

No olvides que el mejor regalo que le puedes dar a tu gente es cuidarla. Es preferible que ese miembro de la familia (vulnerable) esté ausente una noche, a que salga de sus vidas por ser una víctima más del coronavirus. Ama al prójimo de manera responsable y empieza desde casa.

¿Virtual o presencial? Lo importante es que contagies a quienes te rodean, de amor, fe, esperanza y unidad. 

Opciones sencillas

1. Siempre hay un familiar al que le gusta organizar, pueden ser un miembro o dos quienes se encarguen de la planificación e informan al resto de familiares.

Podrían fijar una cuota (no muy alta) o determinar qué lleva cada uno, en caso de ser presencial. Si no quieren asistir por temor a contagios, mandarle a su casa la cena. Es necesario conocer la situación económica de todos y apoyar al que pasa momentos de escasez. Ponga en marcha el valor de la solidaridad.

2. Esta fiesta es de tradiciones y costumbres, como vestirse de un mismo color, afín a la Navidad. Y en tiempo de pandemia puede mandar a confeccionar la mascarilla familiar, esto da sentido de pertenencia.

Asimismo, delegar al artista del clan para que escriba los nombres en las esferas del árbol, e incluya a aquellos que nos dejaron, sería como un homenaje para ellos.

3. Hacer un baúl de los recuerdos. Cada integrante debe escribir alguna experiencia vivida con cierto familiar; puede hacer un collage de fotos o lo que desee compartir.

Si se ha perdido a un ser querido podrían honrarlo rememorando su carácter, vivencias con él y más. Pero que todo sea en sentido positivo, para ello es necesario que se seleccione a la persona más estable para que la actividad no detone negativamente en las emociones. La idea es recordarlo con amor y reconocer lo afortunados que fueron de contar con ese tío, abuelo, etc.

4. Si tiene un familiar internado en el hospital, en casa con cuidados médicos por contraer el virus o sencillamente él no quiere salir porque tiene miedo de contagiarse, pueden hacer un detalle que le llegue en Navidad: el baúl de los recuerdos es una alternativa; un video con palabras de sus seres queridos es otra, y si está en posibilidades de hablar, háganle una videollamada, esta une.

Estas muestras de cariño estimulan y hacen que el paciente esté con mejor ánimo y predisposición emocional para lo que padece.

5. Karaoke navideño y otras actividades. Que los organizadores tengan listo un playlist de villancicos para que quienes se animen canten. Pueden imprimir las letras. Esta actividad acercará a los integrantes y puede ser en las dos modalidades, presencial y virtual.

Si hay un adulto mayor aislado por prevención, pueden poner sus canciones favoritas, así se divertirá a la distancia y acompañado. Para entretener a los más jóvenes hagan juegos como adivinar la mímica o el dibujo, y quien está del otro lado del celular adivina.

6. Tradición espiritual y reconocimiento de bendiciones. Pueden unirse en oración y procuren que quien haga la plegaria sea alguien sostenido en sus emociones y de gran sensibilidad.

Que también cada uno agradezca a Dios por lo recibido, por ejemplo, terminar la carrera, así le haya tocado graduarse online; el nacimiento de un hijo; entre otros regalos. Dar gracias por aquellos que ya no están físicamente y descansan en paz; por la unidad de la familia, que ha brotado más que el mismo virus; por las pruebas que han afrontado (financiera, de salud, entre otras), las cuales los han fortalecido.

7. Para los más chiquitos o los que deseen participar. Que saquen el artista que llevan dentro y dibujen tarjetas navideñas con mensajes que edifiquen.

Si no hay intercambio de regalos, que sí se dé el de afecto, a través de estas manifestaciones artísticas de cariño. Quienes no asistan a la reunión tendrán su detalle antes, para que el día de la cena virtual lo muestre a los demás. Los organizadores deben tener una fecha tope de entrega y de envío. Si el integrante está internado trate de hacerle llegar el detalle.

Los expertos dicen

El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aconseja evitar las reuniones con distintas familias durante las fiestas. Su sugerencia es celebrar entre las personas que viven en el mismo domicilio. En caso de que esto no se produzca, hacerlo al aire libre, usar la mascarilla y mantener la distancia de seguridad (2 metros).

El infectólogo, epidemiólogo y máster en salud pública, doctor Orlando Pin, coincide y añade otras recomendaciones, como no consumir alcohol ni desvelarse, pues esto baja el sistema inmunológico.

Asimismo, exhorta a evaluar la cantidad de casos de COVID-19 en el sector donde se realizará la reunión. Y no deben asistir al encuentro las personas agripadas, los hipertensos, diabéticos, con insuficiencia renal, leucemia, personas asmáticas, con alergias, bronquitis, así no les haya dado coronavirus, pues son vulnerables. Por eso es vital que se realicen sus controles médicos respectivos para que pasen una Navidad feliz y sin complicaciones.  

Si hay muchas pérdidas en una de las familias se deben llegar a acuerdos para incluir a los miembros de ese clan en lo que sea posible. Recuerde que ellos están en pleno proceso de duelo. Sin embargo, una manera de aportar con amor hacia ellos es velar por su equilibrio emocional, darles palabras de aliento, monitorear su estado de ánimo y su adaptación a su nueva realidad; esto les dará luces de cómo actuar, sostiene la psicóloga y terapeuta Cecilia Bayas Arellano.

La especialista señala que hay que estar muy pendientes de los familiares con cuadros depresivos, quienes deben tener ayuda de profesionales de la salud mental.