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Víctor Hugo Moreira Cruz se salvó de puro milagro.CHRISTIAN VASCONEZ

La voz que salvó su vida: El octogenario que habita cerca del lugar donde cayó avioneta escuchó a su difunta esposa

“Anda, mira a la bebé que está adentro”, fue la frase que oyó Víctor Hugo Moreira. A los 10 segundos, parte de la aeronave, donde murieron dos pilotos, se impactó contra su casa.

Las palabras que escuchó Víctor Hugo Moreira Cruz, la tarde del martes 18 de octubre, hoy milagrosamente lo tienen con vida. “Entra, anda, mira a la bebé”, afirma el guayaquileño, de 88 años, que oyó 10 segundos antes de que una avioneta se estrellara junto a su casa, en la ciudadela Sauces 1, en el norte de Guayaquil.

Por su caminar lento, propio de su avanzada edad, Víctor Hugo apenas había dado unos 15 pasos y estaba cerca de la puerta del inmueble de una planta donde ha habitado durante 44 años, cuando se produjo la caída de la aeronave en la que viajaban tres personas, dos de ellas fallecieron.

La avioneta cumplía la ruta Manta-Guayaquil y 30 segundos antes de impactarse reportó un problema eléctrico.

Jacqueline Gisella y su padre Víctor Hugo Moreira tienen 42 años viviendo en esta casa en Sauces 1.CHRISTIAN VASCONEZ

El octogenario recuerda que aquella tarde, como de costumbre, estaba parado en la esquina dentro del cerramiento de su domicilio, justo en el lugar donde parte de la aeronave colisionó y produjo daños estructurales en su casa.

Ayuda: El octogenario aún espera que la institución que le ofreció arreglar el cerramiento de su casa se haga presente.

“Era una voz parecida a la de mi esposa, quien falleció hace tres años, escuché clarito que me decía: ‘Hugo, anda, mira a la bebé que está adentro’. Volteé y no había nadie. Creo que mi esposa me salvó la vida. Ahora creo en los milagros, porque yo estoy vivo por un milagro. Si no hubiera salido de este sitio, ese ‘animal’ me hubiera caído encima”.

Explica que la bebé es Jacqueline Gisella, la segunda de sus tres hijos y que por el amor que le profesa, siempre la han llamado de esta manera.

“Mi hija ya tiene 62 años. Pero mi esposa hasta antes de fallecer le decía ‘la bebé’. Es nuestra única hija mujer. Mi hijo mayor murió hace ocho años y Jacqueline es quien me cuida. Mi hijo menor es casado, tiene su familia y ya no vive conmigo”, sostiene.

Huguito, como le dicen cariñosamente sus vecinos, afirma que aún no se recupera del susto y que, a pesar de sus años, su mente está lúcida y recuerda cómo sobrevolaba la avioneta antes de caer a tierra.

“Yo veía como que el piloto venía haciendo maniobras, venía medio chueco. Hecho el bobo, me quedé viendo en qué terminaba. La verdad, nunca pensé que iba a caer al pie de mi casa. Vi cuando tocó con el techo de la vecina, la llanta de ese aparato cayó en un techo. De un momento a otro ya estaba aquí. Rompió parte de la pared de mi casa y justo en el sitio donde yo siempre paro”, relata el adulto mayor, quien orgullosamente revela que tiene siete nietos.

El párroco Omar Mateo ofició ayer una misa en el parque donde cayó la avioneta.Cortesía

A Víctor Hugo aún se le arruga el corazón y se le quiebra la voz cuando habla de Paquita Hernández, su esposa y la mujer con quien compartió más de seis décadas de su vida y quien falleció hace tres años, “producto de la edad y de la tristeza” que le produjo la muerte del mayor de sus vástagos.

“Mi Paquita, no se pudo sobreponer a esa pena. Me decía que ella quería morirse para estar con nuestro hijo, él tenía 52 años cuando falleció a causa de un problema renal, era abogado”, expresa con pesar.

El radiotécnico de profesión cuenta que antes de residir en Sauces 1, habitó en la calle Manabí y Chimborazo, en el centro porteño.

Para Jacqueline, la bebé de Huguito y Paquita, el hecho de que su padre esté con vida e ileso es un milagro. “Yo estaba dentro de la casa cuando sentí el estruendo. Pensé que era un transformador, en eso vi que mi papá entraba, él estuvo a segundos de morir. Siempre está paradito en esa esquina de nuestra casa. No había terminado de cerrar la puerta cuando ocurrió la explosión”, relata.

El párroco Omar Mateo ofició ayer una misa en el parque donde cayó la avioneta.Freddy Rodriguez