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La muerte de Daniela del Carmen Romero Chamba ocurrió en el cantón Portovelo.Fabricio Cruz

Viernes de terror en Cuenca y Portovelo

Un médico habría estrangulado a su pareja. Otro hombre baleó primero a su excuñado, luego a su exconviviente y finalmente se suicidó.

Este sí fue un viernes negro. Dos presuntos femicidios mantienen perturbados a los pobladores de dos cantones del país.

El primero se cometió la madrugada del viernes 21 de agosto, en Cuenca, donde un doctor habría estrangulado a su pareja sentimental.

El segundo, en Portovelo, resultó más escalofriante. En esa localidad, un sujeto supuestamente disparó a su excuñado, luego a su exmujer y finalmente se suicidó. Al iniciar el anochecer, los tres cuerpos quedaron tendidos en el piso. Uno de ellos sobrevivió, pero se debate entre la vida y la muerte.

Estrangulada

Médico de profesión y de 33 años de edad. Está señalado de supuestamente haber estrangulado a su pareja sentimental. El hombre se halla detenido y durante las primeras indagaciones habría aceptado ser el autor de la muerte de Gabriela León, abogada, de 36 años, y con quien habría mantenido una relación sentimental de unos siete meses, según las versiones dadas por el comandante de Policía en Azuay, Ángel Zapata, y del primo de la víctima, Xavier León.

Zapata informó que el sospechoso habría relatado que “tras una discusión en horas de la madrugada del viernes, la había tomado del cuello y al verla inconsciente intentó reanimarla porque creyó que no había sido para tanto”.

La autopsia señala que la muerte de Gabriela se debe a un estrangulamiento.

Se trataría de un femicidio, indicó el jefe policial. El hecho presuntamente se registró en la madrugada del viernes, pero se conoció pasadas las 13:00, cuando el hijo mayor de la víctima, un menor de doce años, descubrió el cuerpo sin vida de su madre en una de las habitaciones de la casa situada en el centro de Cuenca.

Otro caso en Portovelo

“Ya no quiero volver contigo, me das miedo”, así habría dicho Daniela del Carmen Romero Chamba, en una de las constantes discusiones que tenía con su exesposo, Jonathan Renato Torres Alvarado, quien le pedía regresar.

Hace dos meses, Daniela tomó la decisión de separarse y desde ese momento su esposo le pedía que volviera, que lo perdonara y que iba a cambiar; pero ella nunca lo perdonó.

Torres Alvarado no soportaba la idea de no regresar con su mujer. “Los celos lo tenían loco”, mencionaban los moradores del sector La Alborada, de la parroquia Curipamba, una pequeña comunidad del cantón Portovelo, en la provincia de El Oro.

Según la familia de la fallecida, el hombre, al parecer, ya tenía planeado hacerle daño, pues la tarde del viernes acudió a la casa de ella, donde vivía con sus dos hijos, hermanos y papá. Allí volvió a insistir para regresar, pero esta vez tenía un arma en la pretina de su pantalón.

Según cuentan los familiares de la víctima, gritaba que si no era de él, no sería de nadie. Todo esto ocurrió al anochecer.

Andrés Rigoberto Romero Chamba, hermano de Daniela, increpó a su excuñado, pero este sacó el arma y le propinó dos tiros: uno en la cara y otro en el abdomen. El hombre se mantiene entre la vida y la muerte, en una clínica del cantón Piñas.

Luego apretó el gatillo de la pistola para propinarle un tiro en la cabeza a Daniela, quien murió en el acto. Finalmente, se disparó en la frente y cayó junto a su “ex”. Los tres estaban en el cuarto de ella, tirados en el piso. Los gritos de los familiares eran desgarradores al ver esa escena de terror.

Andrés Romero y Jonathan Torres aún estaban con vida cuando llegó la policía. Los paramédicos constataron que tenían signos vitales y los trasladaron a una casa de salud, pero Torres murió caminó al hospital, la bala que tenía en la cabeza le afectó la masa encefálica.

Andrés se debate entre la vida y la muerte. El proyectil que impactó en su cara, salió; pero el que recibió en el abdomen le comprometió órganos vitales, por lo que su estado de recuperación no es alentador. 

El comisario de Policía del cantón Portovelo, Walter Rogel, dijo que supuestamente encontraron el arma junto a la mano derecha de Torres Alvarado.

Al parecer, “primero le dispara al cuñado y luego a la mujer”.

En El Oro, el caso de Daniela es el tercer femicidio. Primero fue el de Gina Belduma y luego el de Liliana Guerrero, en el cantón Pasaje. (JM/FC)