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Un viejito tenía sentencia y era parte de una presunta banda de delincuentes
La agrupación que se dedicaba a robar bajo ‘modalidad peruana’ fue desarticulada en Quito. El anciano bloqueaba los cajeros automáticos para atraer a incautos. Junto a otra compinche robaban las tarjetas de débito para sacar la plata.
Pedro Alva, de 73 años, el supuesto integrante más veterano de una banda de clonadores de tarjetas, se hacía pasar por buen samaritano. Su intención era ‘ayudar’ a sus víctimas a sacar dinero de los cajeros automáticos, pero al final, él y sus compinches les robaban las tarjetas.
La madrugada de ayer la Policía Judicial (PJ) desarticuló a esta organización conformada por cinco personas que se dedicarían al delito del ‘tarjetazo’ en Quito así como en Latacunga, Ambato y Quevedo.
El mayor Lenin Torres explicó que el adulto mayor solía manipular indebidamente los botones del cajero hasta bloquearlo. Con esto el siguiente usuario (la víctima) tenía problemas para ingresar la clave.
Otro miembro de la banda que permanecía en la fila se aprendía el número de la contraseña y nuevamente aparecía Alva. El ‘vetuco’ les decía a los usuarios que con él pasó el mismo error y ofrecía su ayuda. En ese momento les cambiaba la tarjeta por otra similar, bloqueaba nuevamente el cajero y les enviaba a otro.
Torres comentó que mientras las víctimas iban a otro cajero, el anciano y sus compinches recorrían en un vehículo por otras máquinas para vaciar las cuentas bancarias.
Delito importado
Hay 10 denuncias de perjudicados a quienes les ‘bajaron’ 500 o 2.000 dólares. Torres indicó que durante la investigación se vincularán más casos.
El oficial añadió que este tipo de robo es nuevo en el país. Durante la investigación determinaron que el líder de la organización, Bryan Rojas, alias Lobo, es de nacionalidad peruana y sería quien enseñó el modus operandi a la organización.
Sus principales secuaces serían Alva y Erika Chaquinga, quienes eran los que robaban las tarjetas bancarias. “Al ser un anciano y mujer servían como fachada para generar confianza en las víctimas”. Otro sujeto hacía de seguridad mientras Rojas esperaba en un auto con el conductor.
El adulto mayor resultó ser el más ‘ficha’ de la banda. Torres señaló que tiene una sentencia en su contra y que por su edad cumple arresto domiciliario, “pero el señor salía a delinquir”.
Según la Función Judicial, Alva registra 12 antecedentes penales desde el 2008. Siete de ellos son por estafa, dos por asociación ilícita, dos por robo y una por falsificar firmas.