“Hijito mío, ¿por qué me dejaste? Tú eras mi todo. Mi Chamito, te me fuiste. ¡No sabes el dolor que siento!”, eran los gritos desconsolados de Ramona Moreira, madre del adolescente que la tarde del viernes último se ahogó.

La muerte de Diego Zambrano Moreira, de 15 años, ocurrió a las 16:00, luego de que se lanzó desde un puente en la vía La Aurora, que une a Daule con Guayaquil.

Andrés Moreira, tío del fallecido, contó que su sobrino luego de terminar su último día del año escolar acudió a la casa de un compañero y allí dejó sus cosas.

“Nunca regresó a casa. Nos enteramos a las 21:00 porque nos llamaron para avisarnos que se había lanzado al río y no aparecía. Al parecer estaba con cuatro compañeros más del colegio”, explicó el familiar.

Moreira manifestó que entre los amigos estaban dos chicas y una de ellas habría grabado un vídeo con su celular, en el cual se aprecia el momento en que el joven se lanzó al afluente.

En la filmación, a la que tuvo acceso EXTRA, se observa al chico nadar y luego hundirse y desaparecer. El muchacho no volvió a salir del agua.

Diego era el menor de dos hermanos y nació en Venezuela. Hace dos años sus padres retornaron a Ecuador, su tierra natal, por la crisis económica que afrontan los llaneros. Cursaba el noveno año de educación básica.

“Sus padres se separaron y Diego vivía en la cooperativa Abdón Calderón de Pascuales con unos tíos. Su mamá trabaja en Machala y venía todos los fines de semana a visitarlo. Su papá se radicó en Portoviejo”, detalló Andrés.

El papá de Diego, Javier Zambrano, viajó desde la capital manabita para estar presente en el rescate de su hijo. “Solo sé que se lanzó y no apareció más. Nos dijeron que el cuerpo quedó atrapado en el lodo”, contó con tristeza el progenitor.

YA NO LO ENCONTRÓ

La madre del chico regresó la tarde del viernes al Puerto Principal para pasar el fin de semana con su muchacho, pero al llegar se encontró con la desafortunada noticia de que el pequeño de sus hijos se había ahogado.

La entristecida mujer suplicaba a Dios que todo se tratara de una pesadilla, que su Chamito (como ella llamaba de cariño a su hijo) estuviera vivo.

“¡Mi Chamito! Dios, no puede ser, por él he luchado todo este tiempo. Mi niño lindo, ven”, suplicaba Ramona, mientras era consolada por sus seres queridos.

La mamá del menor de edad estuvo atenta a la labor de rescate de agentes del GIR y al levantamiento del cuerpo de su hijo. Ella no dejaba de llorar. No hubo palabras de consuelo que pudieran tranquilizarla. Había perdido a su Chamito. (AEB)

Rescatista

Se hundió seis metros antes de la orilla

El sargento Luis González, del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía, indicó que “los adolescentes estaban divirtiéndose y que los compañeros filmaron el momento en que se ahogó. Él se hundió 6 metros antes de llegar a la orilla”.

El uniformado dijo que por el vídeo se dieron cuenta de dónde se había hundido el joven. “Su cuerpo fue localizado a unos seis metros de profundidad, a unos 200 metros del lugar donde se lanzó”, precisó el rescatista.