Exclusivo
Actualidad
Derrumbe en Quito: ¡Juntos en la vida y en la tierra!
Familiares despidieron a los cuatro obreros que murieron tras la caída de un muro, en Quito. Hubo problemas con los permisos de construcción.
Luis Pupiales y su mejor amigo, Luis Mugmal, fueron enterrados ayer en el mismo cementerio, ubicado en la parroquia La Esperanza, de la provincia de Imbabura.
Ambos fueron parte de las cuatro víctimas que murieron aplastadas por toneladas de escombros, el pasado lunes. Esto luego de que cayera un muro que ellos construían en el sector La Bota, norte de Quito.
Los restos de los otros dos obreros, Carlos Cando y Dago Guspud, fueron velados y enterrados en Quito y Guaranda, respectivamente. Los ingenieros de la obra en la que trabajaron por más de un mes se encargaron de los gastos fúnebres. Además, les dijeron que, de ser necesario, les ayudarían con el aspecto legal para buscar responsables en el caso.
Martha Caiza, novia de Pupiales, no sabe cómo explicarle a su hija que su padre ya no llegara a casa. La mañana de ayer, la mujer no quería que la menor se acercara al féretro. La niña está triste y Caiza ha tenido que contratar a un psicólogo para que la menor pueda superar el luto.
Caiza comentó que su pareja y Mugmal eran buenos amigos desde la infancia. Crecieron juntos y por eso se dedicaron a trabajar en construcción. Incluso, ambos tenían un proyecto en común: construirle una vivienda a sus mujeres para vivir junto a sus hijos.
Pero esos anhelos terminaron para Caiza, quien piensa dejar Llano Grande, en Quito, y volver con su hija a su tierra natal, Ambato, y continuar con su vida. “Me siento muy sola y no sé si lograré superar su pérdida”, comentó.
No estaban casados. Solo les faltaba vender un terreno para completar el dinero y poder llegar al altar. Además, ya estaban construyendo la ‘mediagüita’.
¿Qué hay de la obra?
Las entidades municipales, como la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Secretaría de Seguridad y Gobernabilidad realizan los informes técnicos para determinar si la obra en la que murieron los trabajadores cumplía con los requisitos y parámetros de construcción.
Christian Llerena, director de resoluciones de la AMC, señaló que esta tenía una licencia simplificada, que sirve para construcciones varias; sin embargo, en este permiso no se contempla edificar un muro como el que se estaba realizando. “Se observó también que no tiene un estudio técnico, ni un plan de contingencia y seguridad”, añadió.
Leopoldo Ocampo, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), indicó que en la actualidad el 60 % de las edificaciones es informal en la capital, es decir no tiene permisos. “El problema de La Bota es que no se contrató a un técnico especializado, sino lo que se conoce comúnmente como ‘maestro mayor’”, comentó.
Yolanda Jaime, dueña de un inmueble afectado por la caída del muro, reconoció la problemática. “Nosotros construimos la casa y luego fuimos a pedir permisos”, asintió.
LAS SANCIONES
Según la Agencia Metropolitana de Control, los lugares donde más se presentan irregularidades en temas constructivos son en la Administración Zonal Eugenio Espejo, Calderón y La Delicia.
En 2020 hubo 390 sanciones contra personas que no cumplieron con los requisitos de edificación.