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De vendedor de pollos a presidente de Kenia
William Ruto fue elegido como primer mandatario de ese país africano. Se destacó como "hijo de un don nadie".
Como fue a la escuela descalzo y vendió pollos de niño en carreteras polvorientas, el recién investido presidente de Kenia, William Ruto, se presentó como el "hijo de un don nadie" en la carrera electoral hacia la jefatura del Estado.
"Quiero dar gracias a Dios porque un niño de pueblo se ha convertido en el presidente de Kenia", afirmó este martes con orgullo el flamante mandatario, durante su discurso de investidura ante miles de personas y decenas de líderes africanos en Nairobi.
Con ese anzuelo populista para reivindicar el afán de superación y atraer a los desfavorecidos (la mayoría de sus compatriotas), el hasta ahora vicepresidente saliente aspiró por primera vez a la Presidencia en las elecciones generales del pasado 9 de agosto.
Al frente de la coalición Kenya Kwanza (Kenia Primero, en suajili), Ruto acuñó la frase "Nación de buscavidas" en alusión, entre otros, a los millones de jóvenes sin empleo que hacen malabarismos para -literalmente- buscarse la vida.
"El desempleo juvenil -advirtió- es una bomba de relojería que representa una gran amenaza para la estabilidad del país".
Ruto ha prometido impulsar la economía con un enfoque "de abajo a arriba" que beneficiará a los pobres, agobiados para llegar a fin de mes por el elevado coste de la vida que ha provocado la pandemia del coronavirus y la guerra en Ucrania.