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Vecinos de la cárcel de El Inca no se inmutaron por la fuga
En ese sector, se armó un megaoperativo para dar con cuatro reos que burlaron la custodia. Pero la gente ni siquiera salió a ver lo que ocurrió.
Las actividades de los comerciantes de la calle De las Toronjas, frente a la cárcel de El Inca, norte de Quito, no se alteraron un día después de la fuga en ese centro de detención. La mañana de ayer, la gente abrió sus locales como si nada hubiera pasado.
Tampoco sentía temor por lo ocurrido. “Adentro solo están personas con infracciones menores. Esto no se puede comparar con lo que ha sucedido en Guayaquil”, admitió la propietaria de una tienda.
Ella atendió a sus clientes desde la mañana. Fue en ese momento que se enteró sobre los cuatro reos que habían hecho un hueco en el tumbado de uno de los pabellones de la cárcel.
Una soga hecha a mano
La novedad se hizo pública la noche del 2 de octubre, después de que militares y policías identificaron el sitio en el que se encontraba aquel foramen, al parecer, hecho con la ayuda de cuchillos.
Después de esto, los privados de su libertad (PPL) utilizaron una cuerda fabricada de manera artesanal con lo que serían retazos de tela, para bajarse hasta un inmueble aledaño y salir corriendo.
La alerta se difundió entre los uniformados dentro de la prisión así como de los gendarmes de todos los circuitos capitalinos, para aprehender a los internos.
Las patrullas encendieron sus sirenas y recorrían por las calles que circundan la prisión de El Inca. Entretanto, un contingente estaba afuera de ese recinto carcelario. En la zona, también se armaron equipos de control para pedir papeles a los ocupantes de los pocos vehículos que circulaban antes de la medianoche del sábado.
Pero a pesar del alboroto, los moradores ni siquiera salieron a ver lo que sucedió. Nadie se acercó a preguntar el motivo de los controles.
Con los operativos se logró la recaptura de dos de los reos fugados. Hasta el cierre de esta edición no se confirmó la aprehensión del resto.
Según los datos entregados a EXTRA, los cuatro estaban inmersos en procesos por tráficos de drogas y también por robo. Lo más probable es que, por esta fuga, ellos sean procesados por el delito de evasión.