Jairo Gómez Valencia tiene 30 años y muchas ganas de vivir. Hace 11 días está internado en una clínica, pues lo que inicialmente pensó que eran gases... resultó ser cirrosis, nivel 1.

“La cavidad de mi estómago se llenó de líquido; se me empezó a hinchar este órgano. Con exámenes se diagnosticó que mi hígado está cirrótico, parece que es genético”, manifiesta el guayaquileño, quien por su afección dejó de laborar en una entidad pública.

El resultado de los exámenes sorprendió a Jairo y a su familia, cuyos miembros no han parado de cuidarlo, animarlo y recaudar fondos para la intervención quirúrgica a la cual debe someterse, un trasplante de hígado.

Sus parientes están viendo si la operación puede desarrollarse en el país, de ser así podría costarle 30.000 dólares, aproximadamente. Sin embargo, de ejecutarse en el exterior, los costos se cuadruplicarían, estos podrían llegar a los $ 120.000.

Bingos, rifas y más

Por eso sus allegados (familiares y amigos) se están ‘moviendo’ para recaudar el dinero y el trasplante se dé pronto.

“Esta es una prueba para toda la familia”, revela Karina, hermana de Jairo. Ella indica que están organizando rifa, bingo, concierto benéfico y desde el sábado 9 de julio recolectan donaciones económicas por medio de GoFundMe, la plataforma número uno y la más fiable para reunir fondos en Internet.

Hasta el cierre de esta edición llevaban $ 3.622 recaudados, 64 generosos donantes. La meta está un poco distante, pero no pierden la fe.

“Han aportado desde Islandia, Estados Unidos. Los pasos a seguir para donar están claros en la página. Uno ingresa al link y te sale dona ahora o compartir. Prácticamente es como hacer una transferencia. Solo llenas tus datos. Incluso se puede donar de manera anónima”, expresa Karina.

Los valores que se recibien no solo servirán para el trasplante, también para el posoperatorio: el tratamiento, los medicamentos, su alimentación.

“Gracias a Dios todo ha salido como hemos esperado. Le pedimos al Señor que nos guíe e indique el camino, por eso hemos buscado varias alternativas. También la gente está muy abierta a colaborar y él ha recibido mensajes y llamadas de todos lados, animándolo, ha sido genial”, sostiene su hermana.

Propósito de Dios

Toda la familia de Jairo se ha unido más, quien todavía no sabe del diagnóstico es su padre, hace dos semanas tuvo un infarto y le hicieron una cirugía de cateterismo, por eso le han limitado la información.

Pese a ello, Jairo y los suyos no reniegan, al contrario, están llenos de esperanza. “Dios nos manda las cosas con un propósito, pese a que uno lo puede ver terrible, hay que comprender el por qué y para qué, lo que nos quiere enseñar con esta situación. A lo mejor quiere que él le hable a otros de su testimonio, lo que ha pasado, de los milagros que ha recibido”, expresa Karina.