De las cuatro puntas que se forman por la intersección de dos calles, solo una permanece ‘limpia’ de muertes, pues en las otras tres ya se han registrado asesinatos. ¿Dónde? En el cruce del Paseo Cuarto y Quinto Pasaje, en el bloque 10B de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil.

En el sitio fue asesinado Fernando José Suárez Estrella, de 20 años, a las 21:40 del pasado viernes. Según sus vecinos, él dialogaba junto a un grupo de amigos cuando unos sujetos aparecieron a bordo de un auto, posiblemente color vino, y empezaron a disparar.

Quienes estaban en el lugar, alrededor de 20 personas, empezaron a correr, pero el último en salir fue Fernando José, acotaron los lugareños. Es por eso que a causa de las balas que lo impactaron se desplomó y fue ‘rematado’ en el piso por los criminales.

El joven no registraba antecedentes penales y, ayer por la mañana, sus amigos aseguraron que se trataba de una persona tranquila.

Sobre el lugar donde pereció Suárez Estrella, sus ‘panas’ formaron una cruz con bloques de cemento y encendieron velas encima de estos. También sacaron una foto para recordarlo.

Además rememoraron que hace tiempo en la esquina de al frente fue asesinado, de forma similar, su mejor amigo: Michael Luiz Millan, quien tenía 21 años.

Los amigos sostuvieron que en ambos casos, los asesinos llegaron en automóviles y se bajaron para asegurarse de acabar con ellos.

Lo que no sabían los allegados es que hace 14 años también mataron a otro lugareño en la otra punta que se forma en la intersección. Los residentes comentaron que en esa ocasión la víctima fue Javier Castro, quien tenía 30 años.

“Hubiera tenido mi edad (44 años)”, lamentó una residente. Otra lugareña agregó que “esto a veces parece el viejo oeste. De la nada llegan y empiezan a disparar. Ya solo nos queda una esquina ‘libre’, solo falta que maten también a alguien ahí”.

“Parecía el viejo oeste”

En el sector, los moradores temían identificarse, porque aseguran que los tiroteos son constantes.

Ellos mencionan desconocer la verdadera causa del problema, pero tienen altas sospechas de que sea por la pelea del territorio, por la venta de drogas.

“Por aquí pasan bastantes consumidores. Eso significa que cerca alguien les vende y por eso, tal vez, vienen a amedrentar al barrio. Esto anoche (viernes) parecía el viejo oeste”, mencionó la lugareña.

Otra residente contó que “una vecina está arreglando su casa y gracias a Dios todavía no sacaba un muro que hoy va a tumbar, porque justo ahí ‘pegaron’ algunas balas. De no ser por eso, seguramente le hubiera pasado algo”.

Ayer, el caso seguía en indagación. Por eso, la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) no se pronunció al respecto.