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Subir o bajar de las unidades puede resultar peligroso para las personas con discapacidad.GUSTAVO GUAMAN

Transporte municipal en Quito: discapacitados se sienten relegados

Se incrementará en $ 0,10 el costo del pasaje. Personas vulnerables reclaman por el servicio y la inclusión. La empresa reconoce que se debe mejorar

En la estación de El Recreo, en el sur de Quito, hay vallas que marcan el orden de entrada a las unidades del Trolebús. La gente hace fila para entrar, aunque en hora pico los empujones son inevitables.

En las mañanas y tardes también van repletos. No se cumplía con el aforo del 50 % que había establecido el Comité de Operaciones de Emergencia debido a la pandemia de COVID-19. Aunque ahora ya se aprobó el 100 %.

Tampoco hay alcohol y las ventanas no siempre van abiertas.

Esos son algunos de los reclamos de los usuarios, especialmente de personas con capacidades especiales, quienes esperan mejoras antes del 1 de noviembre, fecha en la que subirá la tarifa de 25 a 35 centavos en el transporte municipal.

Juanita Hurtado, de 61 años, aguarda a su hermana afuera de esa estación, pero no se atreve a entrar. “No veo nada bien, por eso no puedo usar estos buses”, comenta.

Considera que la infraestructura no es la adecuada para transportarse, por lo que debe hacerlo en taxi. “Gasto más, pero no puedo arriesgar mi integridad”.

Además, debido a las aglomeraciones tampoco le es posible desembarcarse a tiempo, porque “la espera en cada parada es mínimo”. Una vez ya se quedó atrapada en la puerta y la unidad siguió avanzando, cuenta la mujer. “No estoy de acuerdo con que se suba el pasaje. Personas como yo no recibimos un buen servicio”, argumenta.

A veces los buses van tan llenos que los espacios destinados a estas personas están ya ocupados.GUSTAVO GUAMAN

IRRESPETO

Elsa del Carmen Aguayo, consejera de Derechos del Distrito Metropolitano de Quito, explicó en una de sus visitas a la misma estación que ha sufrido maltratos por parte de los conductores y los usuarios de este sistema. “Creen que porque pagamos medio pasaje nos pueden tratar mal”, se quejó.

Ella se moviliza en silla de ruedas, por lo que subir y bajar de las unidades también le resulta peligroso, pues en las puertas incluso quedan espacios por donde puede perder el equilibrio y caer. “Queremos sensibilizar a las autoridades de que nos incluyan de verdad, no a medias”, agregó.

Carlos Poveda, gerente de la Empresa Metropolitana de Transporte Público, reconoce que este sigue siendo un tema pendiente para este sistema, pero dice que se están aplicando correctivos.

“Estamos evaluando con algunas organizaciones. Si bien hay deficiencias en la infraestructura, estamos trabajando en ellas”, afirma.

Indica también que en las últimas semanas se han llevado a cabo talleres y que próximamente se implementará un equipo de personas que ayudarán a las personas con discapacidad. “Le preguntaremos (al pasajero) dónde vive y le acompañaremos”, concluye.

EN GENERAL
​Pero las molestias no son solo para las personas con discapacidad. Los usuarios del sistema Ecovía, que cubre la zona suroriental de Quito, también reclaman que las unidades están en mal estado. “Incluso había latas salidas (en los articulados). Cualquier persona se puede lastimar”, denuncia Royer Pilicita

Él se transporta a diario en este sistema y lo que sí le parece conveniente es que “tiene carriles exclusivos”, por lo que permite traslados en menor tiempo. “Pero los aforos nunca se han respetado, la necesidad obliga a subirse”, justifica.
Tampoco está de acuerdo con la subida de la tarifa. “Si a los particulares les exigen mejoras, también debería hacerlo este sistema”.

Para otros, como José Caiza, una de las dificultades es la falta de empleo, pues las familias no tendrían la capacidad de pagar el incremento, “aunque sean solo de 10 centavos”.